domingo, diciembre 21, 2008 Devastado por la Devastación
Qué cosas tan locas... Pero más loco yo, dicen mis amig@s...
El miércoles todo lo 'malo' que puede ocurrir en la lluvia me ocurrió... Se ponchó una las llantas de me auto, y éste quedó inmovilizado justo por donde pasaba un río de lodo... La lluvia caía con fuerza y los demás automóviles no se detenían al pasar cerca de mí y me mojaban aún más. Primero no tenía las herramientas necesarias para cambiar la llanta por la extra que tenía en la cajuela. Después, no pude levantar lo suficiente el auto debido a que estaba como en desnivel y resultaba una maniobra peligrosa. Pedí ayuda a los trabajadores de una llantera y cuando quisieron poner la llanta extra nos dimos cuenta de que no era de la medida. Tuve que comprar una llanta... Después, ya yendo al trabajo, me fui por una calle que había sido devastada por la lluvia; postes de luz doblados, autos abandonados, llantas, piedras, pedazos de árboles y demás basura eran arrastrados cuesta abajo, poquísima visibilidad, los autos no avanzaban... Era como estar de plano en zona de desastre. Finalmente llegamos a un poco de civilización, pero algo se atoró debajo de mi auto, me eché de reversa para ver se el objeto se liberaba y en el movimiento una panel se estampó contra mi defensa... o mi defensa se estampó contra la panel... Afortunadamente no hubo consecuencias graves que lamentar o pagar [sólo una leve abolladura del lado izquierdo de la defensa]. Cuando me di cuenta de que se trataba de un plástico atorado en debajo del auto, pues decidí acelerar, esperando que con la velocidad el objeto se venciera y que se liberara al fin... Cosa que sucedió como a los 3 minutos... Ahora mi auto trae un ruido feo a causa de eso... Llegué empapado al trabajo y como pude me medio sequé, pero estuve todo el día caminando sobre mis tenis mojados... De regreso a casa me compré un caldito de pollo para no enfermarme. Ayer, me fui a USA de compras, con el plan de quedarme en el departamento de mi tía, me prestó la llave y me dijo que me estacionara en su cajón. Así lo hice, pero cuando desperté mi auto ya no estaba donde lo dejé, obviamente lo primero que pensé fue que se lo habían robado... pero, al bajar al estacionamiento leí un letrero que indicaba que la zona era responsabilidad de una compañía de gruas... pues les llamé y confirmaron que mi auto estaba con ellos y que sólo lo podría recuperar de 10 a 11 de la mañana y que tendría un costo de 340 dólares. Tomé un autobus a Downtown San Diego y ahí un primo me llevó hasta National City donde estaba el corralón, pagué lo que debía y continué con mis compras navideñas. Lo chistoso es que en ambas situaciones me mantuve muy tranquilo, hasta risa me dio, y sé que hace unos años este post tal vez hubiera sido súper dramático o súper agresivo... pero ahora sólo es chistoso.