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jueves, mayo 25, 2006
 

ExpoSex Madrid 2006


Me chafiaron




La Encueratriz y El Travesti [¿transexual?]




Luego por qué los matan




"¿Dónde se derrite este chocolate?"




Let Us Play




OK




Perves




"That used to be me"




Encuearatriz Rockstareada




¿Qué hacen cuando no están haciendo porn?




El Gran Final-e

Unknown 9:18 a.m.
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Día 92 [17 de mayo]

Miércoles. Extraño los miércoles de 2 por 1 en el cine. Esos miércoles en los que me iba todo chilapastroso al cine con los tipos de la cuadra, fue en esos miércoles cuando vi como 6 veces en el cine la película de Resident Evil, llegábamos siempre a las últimas de la noche, y durante aproximadamente 6 semanas consecutivas no había otra que esa movie, la verdad disfruté viendo esa película, todas las veces pasaba algo chistoso, good times, good times, ojalá que esté bien la clica ahora que no nos hemos comunicado, ojalá que nadie más haya muerto.

En fin, el miércoles fue de cachondeo. Jojojo, nos fuimos a Leganés, a la EspoSex, fuimos a ver jous! Jejeje. Llegamos a medio día, así que no había como que la gran cosa para ver, solo varios puestesucos de porn, de ropas extrañas y de repostería candente.

Sería el último día de la expo, así que probablemente sólo nos tocaran las sobras. Pero bueno, pagamos la millonada que nos pidieron a la entrada [25€] y nos adentramos al mundo de la depravación, como todos unos turistas, cámara en una mano y folletito en la otra.

Fue en una especie de auditorio, el cual tenía un techo giratorio, o sea, de vez en cuando se abre un poco y deja pasar la luz del Sol. La expo había ocupado todo el espacio posible, además había varios escenarios, a los que podías acceder si subías a las gradas. Había de todo para todos creo, había fotografía erótica artística, videojuegos, BDSM, juguetes, videos, revistas, etc. etc.

Hubo varios shows, y entre show y show solo pasaban como 5 minutos o algo así, hubo cosas asquerosas, la neta me di cuenta de que no soy fan del porn, ja, no sabía ni madres de quienes eran las figuras importantes, Toño si reconocía a varias de las tipas en los postres y eso, de plano no soy un hombre de verdad , ni pisteo, ni soy fan de los deportes, ni sé que pedo con el porn, pero god i love tools, eso cuenta que no?

Ja, creo que salimos en la tele, porque andaban los tipos de Caiga Quien Caiga, un programa famosillo que sale aquí los viernes creo, está chistoson el programa ese y vimos sus cámaras y a uno de los reporteros ahí. Claro que tome fotos de alguna que otra tipa en el escenario, pero ja, me dio mucha cura ver como se veía toda la raza bien entrada tomando fotos, todos los dones ahí amontonados con los brazos estirados y sus cámaras flasheantes, otros con cámara de video haciendo close ups, todo un evento la exposex. Salimos un rato a comer, fuimos a un lugar ahí cercas, comí una bocata, es de esas cosas tipo subway, en el lugar ese había bastantes personas del staff de la expo.

Una vuelta más a la expo, nos regalaron camisetas y vimos unos cuantos actos depravados más y nos fuimos. Supongo que se ha de haber puesto mejor por la noche, pero tenía asuntos que atender en Madrid, debía preguntar unas cosas al hotel donde llegará mi madre cuando venga, además debía de preparar lo que me llevaría a Londres el siguiente día.

En Madrid, Toño y yo nos separamos, el tenía que llegar a su clase de pintura y yo debía de recorrer las calles en busca el hotel. Aproveché para comprar unos materiales para el proyecto de control. De pronto me perdí en la ciudad, me nortíe bien gacho y di una vueltotota, después de un rato me pude ubicar bien y di con el hotel.

Regresé a las residencias justo 20 minutos después de que empezara el partido de la final de la Champions, Barcelona Vs. Arsenal, ya sabía que el Barcelona ganaría, pero de todas maneras le iba al Arsenal, y por un momento parecía que ellos ganarían, aguantaron bien la carrilla, solo estaban jugando con 10 hombres porque habían expulsado al portero al principio del juego, pero al final de cuentas el Barcelona se impuso 2 – 1 y se llevaron la copa de la Champions a España. Ni pets. En el Barcelona juega el mexicano con más clase para el chútale del momento, Rafael Márquez, del cual los comentaristas acá solo tienes cosas buenas que decir, la neta se siente cool escuchar cosas chilas de un compatriota.

So, me dormí algo tarde haciendo algunas cosas de control y emocionadillo por el trip a Londres.

Unknown 8:33 a.m.
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Día 91 [16 de mayo]

Me quise poner a avanzar algo con lo de digitales, pero la verdad es que cada día me siento con menos ganas de hacerlo, siento que todo se viene abajo, le he invertido bastante tiempo, mucho más del que recuerdo haberle invertido antes a cualquier otra cosa relacionada con la escuela, y a pesar de eso, sigo atascado, sigo sin poder materializar algo concreto y me frustra. Toño abandonó ya una de sus clases, y ahora solo le dedica tiempo a lo de control, la verdad es que tengo muchas ganas de tirar la toalla en digitales y nada más ingeniármelas con control también. Sin embargo, sigo ahí, haciéndome wey, dándole más vueltas a digitales, alambrando, intentando programar, haciendo cosas y cosas pero no haciendo nada en realidad. This Sucks.

Total, no hice nada en la mañana por la práctica de digitales. Me bañé y me fui a mi clase de digitales a medio día. Normal. Por la tarde el bendito laboratorio, ya no hay nada que hacer, o sea, ya no nos explica gran cosa, puso las fechas de entrega límite para el proyecto y dijo una que otra cosa, cuando me preguntó sobre mi avance en el proyecto, le dije una mentira y en cuanto se descuidó me salí del laboratorio, haría más en la residencia que ahí en el laboratorio viendo el pizarrón como menso.

Tons, de vuelta a la residencia, alambré unas cosas y estuve trabajando en el programa para enviar cosas al display. Me dormí tempra pues la verdad es que estaba muy fastidiado con toda la situación y mejor dormir.

Unknown 8:32 a.m.
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jueves, mayo 18, 2006
 

London Ahí Voy!

Unknown 5:38 a.m.
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martes, mayo 16, 2006
 


Rutina -> Actualiza Player

Pues, nuevas rolitas para el player, había tenido algunos problemillas con las canciones, pero después de una sesión geek pude arreglarlo y por fin darle una actualización. Además de que me encontré con otro player que está cool porque puedes ponerle fotitos y cosas por el estilo, pero lo metí en otro lado, porque aquí me gusta el radioblog, no ocupa tanto espacio [je ya agarré vuelo con la plática geek]

[arista - canción]

Mew - Snow Brigade
Ya he mencionado a esta banda en otras ocasiones, me gusta bastante, son de Dinamarca y su música se me hace muy bonita; esta canción es mi favorita de su cd Frengers "I'll Find You Somewhere, Show You How Much I Care ♪"

Foo Fighters - Everlong
Nirvana, para mi punto de vista es una de las bandas más sobreevaluadas de la historia, o sea, eran buenos, pero ¿Qué hubiera pasado si ese tipo no se hubiera muerto?, estoy seguro que si el vocalista de Smashing Pumpkins se hubise muerto en pleno apojeo de su banda, ésta hubiera corrido con la misma suerte que Nirvana. En fin, la desaparición de Nirvana, trajo varios cambios a la escena del rock en a mediados de los 90's y entre las nuevas bandas que surgieron, estuvieron los Foo Fighters, encabezados por el exbaterista de Nirvana, que realmente es un tipo talentoso, tal vez no sea el mejor compositor, en lo que a la letra se refiere, pero su potencial en Nirvana estaba opacado por la siempre controversial actitud del difunto Cobain. Con Foo Fighters Dave Grohl pudo al fin explotar al máximo su creatividad, y aunque no es una superbanda, se nota mucho la armonía y la comodidad con la que se trabaja ahí. Esta canción es de los primero éxitos de la banda, una buena rola de una buena banda, nada extraordinario.

Say Hi To Your Mom - The Twenty-Second Century
Otra de las bandas que he descubierto estando acá, ritmos muy suaves y un vocalista que al parecer jamás cambia el tono de su canto, ni una octava si quiera, pero el ambiente de toda la banda como que lo pide, es una buena banda para chilloutear.

At The Drive-In - Arcarsenal
Aaaahhh, At The Drive-In, it brings back memories, me encantaba esa banda cuando era joven y estaba en la prepa, me gusta cantar las rolas aunque nunca le he puesto realmente atención a todas las letras, muchas veces nomás balbuseo cosas al ritmo del vocalista [que ahora es vocalista de The Mars Volta, porque At The Drive-In ya no existe], mi laiki verri much ATDI.

The Chemical Brothers - Denmark
Recuerdo bien la primera vez que escuché a los hermanos químicos, era verano, acababa de salir de la secundaría, tenía 14 años y estaba surfeando por la estaciones de la radio me tope con un beat curioso sobre el cual se escuchaba una voz diciendo: "Hey Girls, Hey Boys, Superstar Dj's, Here We Go! ♪" una y otra vez, y se me quedó grabada esa canción por mucho tiempo y cuando vi el video me gustó mucho, desde entonces he escuchado a The Chemical Brothers, sin ser un fan per se, pero disfruto bastante su música, sobre todo en trips.

Job For A Cowboy - Entombment Of A Machine
Esta es una de esas bandas violentas que me encantan, ta bien rudo el show, supe de ellos desde el año pasado, como por estas fechas, me gusta un buen la voz del vocal, y la música está brutal, pero bien hecha.

The Cure - Lullaby
¿Hace falta decir algo? Es The Cure .

The Killers - Under The Gun
Pinchis The Killers me traen traumas algunas de sus canciones, pero otras como ésta, me traen buenos recuerdos, Under The Gun, fue casi casi la rola de Chiapas, la escuchaba una y otra vez, muchas veces al día, sobre todo mientras cruzabamos la selva en el autobús.

Violent Femmes - Blister In The Sun
Una mega clásica.

The Haunted - Victim Iced
Buen metal sueco, The Haunted, se formo con las sobras de lo que fue At The Gates. Tienen buenos cd's aunque el último cd no me gustó mucho, prefería más al vocalista que canta en esta rola.

Camera Obscura - Keep It Clean
Camera Obscura me tranquiliza, me arruya de lo lindo para dormir. Casi cualquier canción de ellos funciona.

I Love You But I've Chosen Darkness - Lights
Nueva adquisición, tengo menos de 24 horas de conocerlos, van bien, me gusta el feeling en sus canciones, nada todavía que me haga desorbitarme.

Die Form - Transgressions 2
Algo de electrónica obscura, con tintes de EBM, no soy experto en este tipo de conjuntos, pero Die Form me gusta desde uuu, finales de la prepa.

Bebe - Razones
Esta canción me encantó desde que Janeth me la mandó, ta bien linda la condenada, me gustan los ecos al final. A must listen to.

A Perfect Circle - Orestes
A Perfect Circle, como todo mundo ya sabe, es el otro proyecto donde ayuda el vocalista de Tool, es una muy buena banda, hacen buena música y pues con la voz de Maynard suena ultra cool. Esa canción me hace chillar .

Most Precious Blood - Two Men Enter, One Man Leaves
Por último, algo de HardCore, del bueno, no mamadas, esta banda me fue gustando poco a poco hasta que me gustó un chingo, el vocalista tiene el cuerpo demasiado grande para su voz, pero de todas maneras rifa la banda.

Unknown 6:12 p.m.
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Día 90 [15 de mayo]

No tenía nada de ganas de levantarme de la camita, pero lo hice de todas maneras, arrastré mis piernas hasta el baño, me lavé la cara, me cambié y me fui a desayunar. Estuvo bien que me decidiera a ir a la escuela, porque Toño tenía que arreglar unos asuntos con lo de si se quedaba en las residencias o no, y decidió faltar a la clase de control, así que fui en representación de México.

Las clases transcurrieron normalmente, le dije a Toño que la profe había ido sin bata, porque estamos enamorados de ella y nunca la hemos visto sin bata, siempre está toda seria, no se ríe, solo explica todo muy rápido y claro, siempre con su bata abrochadísima, zapatos negros, como botines o algo así y pantalones de vestir, blusas variadas, colores predominantemente serios, nada muy vistoso.

En digitales me empezó a marear el nuevo tema, “Máquinas de Estados” fuck, ta muy revoltoso, y de por sí, ando pisando en aguadito, con este tema me tambaleo más, pero pues ahí sigo, pisando aguadito.

Luego a comer y una siesta bien merecida. Ya quiero que se acabe la escuela, y poder salir a jugar a la calle. Es cierto que me he dado mis escapaditas, pero ya, ya quiero andar de vago bien y después regresar a Tijuas, o sea, a huevo que aquí está muy bien, pero ya empecé a soñar con Tijuana, y aún me quedan como 90 días más.

Por la tarde, clase de Montaje y Edición de Video Digital, ya por fin están terminadas mis otras 2 prácticas, solo que estoy preparándoles intros a cada una, pero las prácticas en sí ya están hechas. Empezamos ahora a trabajar ya con lo de la obra de teatro, leí el guión y está cool, me hubiera gustado leer algo así [o ver la puesta en escena] hace algunos años, en mis años obscuros y tenebrosos. Tiene buenas frases la cosa esa. Por lo pronto, con lo que respecta a la práctica, yo me estoy encargando de las imágenes que se refieren al mundo perfecto que nos venden las compañías en sus comerciales. Revisé como 2 o 3 horas de anuncios y saqué algunos que me parecieron apropiados, en total tengo de imágenes como 4 minutos, los cuales voy a recortar a unos 30 segundos, metiendo distorsiones y cosas así.

Le avisé a Natalia que el jueves no asistiría a la clase por el trip, y me dijó que me traería algunos materiales para hacer los intros para mis otras prácticas el próximo lunes. A ver que se me ocurre, tenía un idea, pero por falta de tiempo no creo poder hacerla en estos días, se relaciona con un truquito con photoshop que aprendí por ahí. A ver si luego se me hace.

Pues, nada, terminé durmiéndome ni tarde ni tempra, a buena hora.




P.D. He movido de lugar el escritorio, ahora siento que tengo más espacio; la cortina de plástico gruesa que tenía en mi ventana la subí y ya no la puedo bajar, pero entra más luz al cuarto y me siento con más ganas.

Unknown 6:09 p.m.
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Día 89 [14 de mayo]

Naturalmente desperté tardísimo, los ojos hinchados de tanto dormir, tenía que ponerme a hacer más tarea, hay que avanzar lo más que se pueda pues el próximo jueves nos vamos a Londres y la próxima semana a Paris. [jajaja, se siente tan cool decir eso]

Tons, mil trabajo de digitales y un poco de control, soldé unas cosas de digitales con ayuda de un cautín que me prestó un compañero de laboratorio hasta me dio soldadura y todo el show, buen pedo el compa, lástima que no vi su grupillo tocar ayer.

El día fue corto en realidad. En la tarde/noche llegó Lenin a la residencia, hablamos un poco de lo que había pasado por la madrugada y al parecer va a quejarse con alguien encargado del departamento de relaciones internacionales de la Universidad de Alcalá.

Toño y yo teníamos planeado ir a visitar a los brasileños al bocatín, invitamos a Lenin. Los 3 fuimos al centro de Alcalá, a cotorrear un rato con nuestros compas explotados, se les nota mucho el cansancio en la cara y sobre todo en los ojos.

Nos sentamos en una mesa y pedimos bebidas y bocatines, yo solo pedí una fanta de limón, te dan patatas mientras pisteas. Hay cartelitos en la pared, de anuncios de cigarros, bebidas, programas de televisión, pero son viejos, por ejemplo, hay uno de Topo Gigo.

Pobres brasileños, cuando vamos se acercan y platicamos poquito, pero pues tienen que andar pa arriba y pa abajo en chinga, atendiendo a la gente, que no es mucha los domingos, pero igual friega, además de que cuentan que los sábados es su peor día, el lugar está repleto y trabajan 15 o 16 horas, y para el domingo ya están muertos. Pero, les pagan bien y los jefes son muy buena onda con ellos.

Salimos del bocatín como a las 23:00 y algo, ya no había autobuses en la Plaza de Cervantes, tons a caminar se ha dicho. Hemos caminado ya lo suficiente como para conocer atajos y caminar sin realmente ver las calles, solo hablar y caminar. El jueves pasado, mientras regresábamos de la casa de los brasileños, Toño y yo teníamos una buena discusión sobre la cultura pop mexicana en Tijuana, buena la plática y conforme avanzábamos la lluvia caía sobre nosotros, llovía fuerte, y caminábamos bien campantes, engranados en el debate, cuando de pronto hice una pausa y le dije a Toño: “esto está bien chingón, que vayamos por estas calles hablando y que esté lloviendo así”, “simón” – me dijo, y seguimos discutiendo.

Al parecer era la primera vez que Lenin regresaba caminando hasta las residencias, se había bofeado, goos times, buen clima. Dormir tempra pa chingarle al otro día.

Unknown 2:10 a.m.
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domingo, mayo 14, 2006
 

Día 76 – 88 [1 de mayo – 13 de mayo]

Ok, catching up… Resumen de los últimos 13 días [conté bien, use los dedos]

76 dormir mucho, muchísimo, recobrar energías.
77 digitales.
78 control.
79 cambio planes última práctica de Montaje y Edición de Video Digital, participaremos en una obra de teatro, haremos el fondo visual de varias escenas, es una obra que trata sobre el suicidio 4:48.
80 tratar de hang on to digitales.
81 dormir por desvelada día anerior, más tarea.
82 trip a Madrid; intención ver a Real Madrid vs. Villa Real, ticks 75€, muy caro para chútale, mejor comer. Conocimos a un dominicano que olía feo y nos pidió dinero, ya tiene nacionalidad española, lleva en este país desde los 7 años, tiene 20, alto, moreno, José Luis, en cada estación se levantaba del asiento y veía por la puerta, como si se estuviera cuidando, fue molesto que estuviera ahí con nosotros. Regresando a Alcalá fuimos a bocatín, lugar de trabajo de nuestros 3 amigos brasileños, jefe: José, gerente: Juan Francisco, muy divertido, comimos algunos ricos bocadillos, tomé mucha soda de limón, fanta, José nos contó sus experiencias con los hongos mexicanos y nos lo recomendó, sobre todo en el campo, tranquilos: “los tenéis que probar solo por el hecho de ser mexicanos, vayan a San Luis Potosí”. Se ve que tratan bien a los brasileños, aunque trabajan muchas horas, por ejemplo el día anterior a nuestra visita Rapha había trabajado 16 horas.
83 tarea digitales, a medias, prisas.
84 llegó el recibo de la renta, Toño tiene pensado irse de las residencias, desde que los brasileños encontraron lugar donde vivir, Toño se ha animado más a irse, yo estoy a gusto aquí.
85 intentó pagar renta, problemas con mi tarjeta Santander, llamada de emergencia a Madre, obvio felicitaciones. No había mucho que ella pudiera hacer, llamé a todas las líneas telefónicas que me encontré, finalmente pude comunicarme con el banco, tuve que hacer una llamada a atención de MasterCard y de ahí me transfirieron al banco, en 24 horas resolverían la situación. Dormir a las 6:00AM por estar haciendo tarea de control.
86 desánimo, extrañar rancho, primera vez que me dieron ganas de regresar para abrazar a la gente que quiero, para dormir en mi cama, para jugar con mi perro, para comer comida vegetariana, para manejar de noche, para ir de shoping al USA, para ver buenas películas en idioma original, para estar allá. Por la noche fuimos a visitar a los brasileños, está más o menos el lugar donde viven, viven con un chino que se va a ir y al parecer Toño se va a arreglar con él y la agencia para ver que show con lo de su cambio hacia ese sitio, pasamos un rato al Gabanna, pero estaba medio aguada la cosa, además de que yo había dormido poco la noche anterior.
87 entre Toño y yo nos la pasamos haciendo tarea de control, ya parece que vamos por buen camino, pero el tiempo nos aprieta.
88 tarea por la mañana, tarde fiesta en la residencia, estilo carne asada, barbacoa, gratis, sodas, cervezas, chorizo, pan, plática con Lenin, mucha gente en la placita, tranquiz. Tarde/noche, jugando PS2 en residencia, Rosalía estaba cenando ahí, golpes fuertes en la puerta, pero golpazos, casi la tiran, “¿Quién quiere?, ¿Quién quiere?”, no hice caso pues supuse serían unos borrachos, Carlos abrió la puerta y empezó a discutir con uno de ellos, les cerró la puerta en la cara; tranquilidad momentánea. Salí a cenar, de regreso me topé con dos tipos, fornidos, pero adolescentes, los esquivé y comenzaron a seguirme caminando, uno de ellos me tocó el hombro y me pidió cigarros, naturalmente no traía, seguí caminando, y ellos tras de mí, preguntándome si buscaba “harry” o “haco”, yo contestaba que no sabía que era eso y que no quería [luego supe que es slang español para cocaína]. Cuando estaba llegando a la residencia nos encontramos con otros 2 tipos, al parecer amigos suyos, uno de ellos me dijo que ya me metiera a la residencia mejor, cuando abrí la puerta el que me había preguntado por los cigarros se colo tras de mí pero no lo dejé avanzar más, y ahí estábamos en la orilla de puerta. Apareció Carlos y el tipo este lo reconoció, al parecer había sido él el de los golpazos a la puerta, Carlos empezó a discutir con él y éste se puso violento y empezó a amenazarnos a todos, lo empujamos hacia fuera mientras sus amigos lo empujaban hacia adentro, Toño salió del cuarto y entre Toño, Carlos, Rosalía y yo, cerramos la puerta que seguía siendo brutalmente pateada, se escuchaban los gritos del tipo ese. Finalmente cesó la conmoción y continuamos normalmente. Pocos minutos después, se escuchó un golpe, Rosalía y yo nos pusimos de pie y caminamos hacia la cocina, en seguida vino otro golpe y el crujir del cristal de la ventana, lo habían quebrado con una botella de vidrio, se escuchaban las voces de los tipos maldiciendo y amenazando, Rosalía me tomó del brazo, estaba asustada, temblando, la aparte hacia la sala, las cortinas estaban cerradas así que no veía a los tipos, Carlos subió a la azotea y desde ahí discutía con los tipos, Toño salió nuevamente del cuarto y Rosalía marcó a recepción, dijeron que llamarían a la policía. Luego de un rato los tipos se fueron y ya no hubo más incidentes con ellos. La policía nunca llegó. A media noche, Toño y yo nos fuimos a la fiesta/baile que habría por donde está el comedor de las residencias. Habíamos quedado con Lenin de vernos ahí. No había mucha gente, pero si la suficiente, poco baile, intenté tomar, porque pues habíamos pagado como 7€ por entrar y como que no consumir nada nadita sería feo, tons pedí de lo que estaba tomando Toño, whisky con coca cola, pero definitivamente no puedo beber, tomé un poco, como 2 o 3 tragos, pero nomás no le agarraba buen sabor, se lo terminé dando a Toño. Estuvimos un rato ahí. Al tiempo que Lenin se marchaba, salimos a acompañarlo, además que yo me quería sentar un rato afuera. Lenin había bebido bastante, lo suficiente como para descontar lo suyo y lo mío de la entrada, pero estaba tranquilo, es como de los que se ponen sentimentales con el alcohol. Salíamos y uno de los guardias que estaba a la entrada, un tipo fornido de unos 25 años, de mi estatura, empezó a acosar a Lenin, lo amenazaba yendo hacia él de manera agresiva, de pronto le dio un golpe, la verdad yo no supe cuál fue el motivo del golpe, pero Lenin comenzó a quejarse de dolor, le había dado entre la boca y la mejilla derecha, un amigo de Lenin que estaba ahí con nosotros le decía al guardia, que seguía avanzando hacia Lenin, que se apartara y que lo dejara en paz, el tipo le decía: “No me toques”, Toño estaba entre todos ellos, yo había sido el último en salir, y Toño también le decía al guardia que se calmara y éste también golpeó a Toño en la cara, la bebida que Toño llevaba en la mano se derramó por todos lados y Toño solo puso cara de: “¿Qué pedo con este wey?” parecía no haberle afectado el golpe tanto como a Lenin, que había empezado a correr y el guardia se lanzó tras él, Lenin cayo sobre el césped al lado del pasillo donde todo sucedía y se puso en posición fetal cubriéndose el rostro, pidiéndole al tipo que se calmara. El guardia solo estaba frente a Lenin, con postura amenazadora, viéndolo hacia abajo. El amigo de Lenin empezó a insultar y a decir un montón de cosas, el otro guardia que estaba ahí, llevaba uniforme de las residencias y no hizo nada por detener a su compañero, empezó la discusión entre el amigo de Lenin y el uniformado, el amigo de Lenin llamó a la policía y seguía discutiendo, denunciaba que había sido un acto racista y cosas por el estilo. Después de un rato apareció el organizador de la fiesta y empezó a hablar con Toño, Lenin y el amigo de Lenin, yo le dije que a mí no me habían agredido ni nada, pero que si vi todo lo que sucedió, porque él no creía que los hubiesen golpeado. Toño le dijo que no había problema con lo del golpe que había recibido, pero le sugería que mejor lo quitara de ahí, solo por la noche, porque el tipo estaba muy agresivo y podría golpear a otra persona. Básicamente no se llegó a nada, no se resolvió nada, la policía no llegó y nos fuimos a la residencia mejor. Madrugada geek. Dormir de mañana.

Unknown 7:04 a.m.
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miércoles, mayo 10, 2006
 

Eres el poema más hermoso que no pude entender.
Cada una de tus características, son versos que me encantaron desde el primer contacto.
Lamento no ser bueno para leer entre líneas, nunca lo he sido.
Es por eso que, a pesar de lo mucho que me gustaste,
No te pude hacer completamente mía.

Unknown 6:17 p.m.
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lunes, mayo 08, 2006
 

Día 75 [30 de abril 2006]

Después de un profundo sueño, desperté a las 3:30AM, con mucho frío, pinchi banca helada como la chingada [como todo mundo sabe, la chingada es muy fría], desperté temblando, bueno, tampoco fue como que me fuera a dar hipotermia, he pasado fríos peores, como cuando nos robaron las cobijas en casa con mi grabadora que tenía un cassette de la banda machos, buju ju ju, tenía 6 años iba en segundo de primaria y los primeros niños con los que me acoplé escuchaban banda, so… fui niño banda.

Pensándolo bien, esa no ha sido de las veces que más he pasado frío, pero lo recordé justo ahora. Ok, back to the story… tons, me desperté con mucho frío, Toño estaba leyendo el Quijote, ya va en la segunda parte, mi plan es leerlo cuando regresé a Tijuas, mi madre lo tiene porque chente Fox es bien generoso y se los regaló el año pasado a los teachers, de hecho por eso lo tiene Toño también, su madre es profesora de primaria como la mía.

Estaba quejándome y temblando, tampoco estaba muy chillón, solo el típico “¡pinche frío!” de vez en cuando. Le dije a Toño que nos fuéramos a buscar un lugar con techo o paredes o algo porque ya era bueno, todavía tenía sueño y la estación de autobús la abrían hasta las 6:00. Terminó de leer hasta no sé donde y emprendimos la caminata nuevamente.

En realidad no avanzamos gran cosa, llegamos hasta unas escaleras que seguían siendo parte de la plaza/parque/mirador y nos recargamos en la pared que estaba al lado de éstas, al interior de la plaza. Aquí una buena recomendación para cuando les toque dormir en la calle, tomen nota por favor: Buscar paredes de ladrillo, que les protejan del viento, además se llevarán la grata sorpresa de que la física sirve para algo, pues, estas paredes retienen calor, entré más pegados se encuentren ustedes de la tierra más calientito sentirán, la pared libera su calor por la noche, porque como todos sabemos, el calor fluye de los cuerpos más calientes a los más fríos. [Cuando alguien tiene las manos frías y te toca, no te está pasando el frío, tú le estás pasando calor] {aunque si nos ponemos de mamones, todo es relativo}.

Bien, pues resulto perfecto el lugarcito, de volada me acomodé [a.k.a. me desparramé en el suelo, pegado a la pared claro] y me volví a dormir. Toño no durmió, como había bastante gente aún transitando las calles a esas horas de la madrugada, mi compa se paniqueaba, se puso a dibujar y me tomó una pic mientras estaba jetón. [esa si es genuina, no como la rockstar que me tomé en la banca]

jetón y babeante



[ups, creo que la rockstarie]

Dormí bien, hasta las 5:30 y algo, ya le había ratiado bastante calor a las piedritas. Estuvo cool mi despertar, porque fue la primera vez que recuerdo abrir los ojos y ver directamente a Júpiter, claro que al principio pensé que era Venus, pero pues ya viéndolo mejor me di cuenta de que no tenía boobs, ok, ok, lo investigué por Internet, el caso es que vi un planeta cuando me desperté, y estuvo cool, fue una buena manera de empezar el día.

Estuvimos un rato ahí, mientras Toño finalizaba algunos detalles de su dibujo y yo seguía contemplando el cielo de la madrugada.

Ya como faltando unos 16 minutos para las 6:00 nos dirigimos a la estación de autobuses. Al llegar nos encontramos con varias personas, con maletas, tiradas en el suelo en el interior de la estación, no supimos con exactitud si estuvieron ahí toda la noche o si acababan de llegar. Cuando regresamos en la noche a la estación estaba cerrada, entonces si ellos se quedaron, estuvieron encerrados por la noche, pero de seguro pasaron menos frío que yo, sin embargo, yo vi a Júpiter, lero lero.

Las puertas de la estación estaban abiertas, eran como las 6:06, pero las taquillas para los pases de autobús abrirían entre 6:30 y 7:00, para matar el tiempo hice algo muy típico mexicano, dormir, aunque es incómodo no tener un cactus y un sombrerote, no es lo mismo ser lazy mexican sin los accesorios que el estereotipo amerita.


Que Flueva




Para cuando volví a abrir los ojotes Toño estaba haciendo fila frente a la taquilla. A las 7:05 estábamos esperando a que llegaré el autobús con destino a Córdoba, según esto a las 7:30 estaríamos en camino.

Llego el bus y a dormir nuevamente, ya más a gusto. Arribamos en Córdoba a las 9:36, el día estaba empezando a calentar, pero aún estaba frío. Anduvimos un rato y nos topamos con un parque, yo le decía a Toño que tomáramos una banca para cada quien y nos jetearamos otro rato [sí, me la he pasado hablando de dormir, pero es que la verdad si estábamos muy cansados de tanto andar y de dormir en lo duro y frío]. Pero, este compa no quería, como que le daba pena, yo ya había perdido todo sentido de vergüenza en ese aspecto, si tienes sueño te duermes, fuck everything else. [bueno, no todo, recordemos que mi confianza y soltura se debe a que estoy en un lugar más seguro que mi rancho… so, it’s cool to be a hobo as long as you’re a hobo in Europe].

Comenzamos a explorar Córdoba, adentrándonos hacia el centro de la ciudad, era domingo por la mañana, así que no había mucho movimiento por las calles, algunos comercios apenas abrían puertas, se limpiaban aceras y se exponían los artículos a la venta.

Vimos un mapa de la ciudad en una esquina, estilo letrero de Disney, buscamos el botoncito “You Are Here” y nos ubicamos, después decidimos visitar la Mezquita Mayor. Íbamos caminando hacia ella cuando nos topamos con un negocio que vendía repostería, o sea, desayuno, compramos pan y ese fue nuestro gran desayuno.

Llegamos a una plaza donde había una cruz roja, no, no un hospital de emergencias, literalmente una cruz roja, hecha a base de rosas. Estuvimos ahí un rato, pues parecía que habría un evento, pero después de esperar un rato nos enfadamos y nos fuimos, seguramente el evento sería por la tarde.

Cruz Cruz Cruz




Continuamos con nuestra búsqueda de la Mezquita Mayor, y nos topamos con que habíamos visitado Córdoba en plena feria del libro, había varios puestos en una plaza que ofrecían varios títulos de todos los tipos de literatura, además, al empezar el recorrido entre los puestos, había una caseta que pasaba videos interesantes, tipo documentales, pero raros, con diálogos e imágenes extrañas.

Realmente estaba cansado como para fijarme en todos y cada uno de los detalles de una ciudad como Córdoba, que es bonita, pero en realidad no me llamó mucho la atención, es bastante pelona, es decir, no tiene tantos árboles, tiene un río que no está en muy buenas condiciones, hay un puente viejísimo que está en reparación y varias personas por la calle con caballetes pintando paisajes.

Después de visitar la Mezquita Mayor fuimos a una especie de mirador donde hay un monumento alto, estábamos en camino, cuando se nos atravesaron nuevamente unas gitanas, agitando sus romeritos, ignoré a la que estaba justo frente a mí y seguí de largo, usando de pretexto mis audífonos, pero me decía: “oye, oye, sshh sshh” y cuando estaba por entrar al lugar del monumento volteé y me dijo: “toma, un regalo” alargando el romero que tenía en la mano derecha, le dije con una sonrisa: “no gracias” y me apresuré al interior del mirador. Toño si se quedó platicando con una gitana, después me alcanzó en el recinto.

No supe en realidad de que se trataba el monumento, pero nos pusimos a descansar ahí. Ya para entonces me había encuerado y cambiado, andaba medio crusty e incómodo por mi propio tufillo, me acosté sobre la banca extensa banca de piedra que rodea al lugarcillo ese.

Luego de unos 8 minutos de jeteasón, apareció un señor, rubio, con prominente barriga, camisa blanca con sudor, una cadenita de oro en el cuello y con pobre dentadura, estaba rojo de la cara, aparentemente por el calor, me preguntó: “perdona, ¿Hablas español?” y yo: [“a little”] “sí, claro”…
- es que me da mucha vergüenza – me dijo, llevándose la mano derecha a la frente, moviendo un poco el cabello que caía un poco húmedo – es que me a tocado pedir socorro a puros turistas de otros países que no hablan español. Lo que sucede es que se me ha quedado el coche sin gasolina, hay me da mucha vergüenza… y traigo a las niñas conmigo, y estoy sin un cinco, ya le hablé a la madre y hemos discutido, pero es que me da mucha vergüenza, podrían ayudarme para ir a comprar gasolina, hay una gasolinera aquí a unos 100 metros, eso me han dicho, mi coche es ese BMW negro de allá, es que tengo mucha vergüenza, pero les puedo dejar mi móvil o alguna identificación, tengo un restaurante en el pueblo de al lado, es un negocio familiar, se llama la Casa de Pepe, si van a estar algunos días aquí pueden ir a comer o lo que les apetezca, es que me da mucha vergüenza.
- No se preocupe señor – lo interrumpí, mientras me ponía de pie. Recordé que no traía feria. – ¿Traes feria? – le pregunté a Toño, que negó con la cabeza. – Bueno señor, lo que sucede es que no traigo dinero, pero ¿sabe de algún cajero automático por aquí? – le pregunté viéndolo a la cara, podía notar claramente su nerviosismo.
- Sí, he visto uno allá arriba, pero es que no me acepta la tarjeta, que vergüenza Dios mío – cada que decía “vergüenza” lo decía con una risa de nerviosismo y como que no sabía donde acomodar las manos.
- Vamos pues – le dije, tomando mi mochila y caminando hacia donde me había señalado.
Toño nos seguía.

Mientras caminaba, veía la cara del señor y los alrededores, asegurándome de no ver algo sospechoso, Toño iba a unos 2 metros de nosotros, pero si se viera desde lejos parecería que iba por su cuenta.

Cuando llegamos frente al cajero, saqué mi poderosa del Bank Of America, tecleé mi número y aparecieron las opciones, mínimo 20€. La máquina me dio 2 billetes de 10€, le dí uno al señor y el otro me lo eché en la bolsa izquierda de atrás del pantalón.
- ¿Con esto le alcanza? – le pregunté, mientras le alargaba el billete.
- Sobra, muchas gracias, me da mucha vergüenza, ¿quieres mi móvil o algún carné? – me decía aún nerviosillo, con el sudor corriendo por su frente.
- No, así está bien.

Nos preguntó nuestros nombres y nos dijo el suyo: Román. Nuevamente nos hizo la invitación a que pasáramos a su restaurante cuando quisiéramos, que estaba muy agradecido y todo eso. Me había platicado de los problemillas con su esposa, que él le decía que cuando ella usara el auto que lo llenara nuevamente. También me contó que el negocio era de su padre, pero que entre los dos lo manejaban, y que vivían ahí. Y lo que la palabra que dijo como MIL veces fue “vergüenza”, yo le decía que no se preocupara, que no había problema. Se fue rápidamente, pero sin verse como que escapaba, se veía que tenía pendiente y preocupación [y vergüenza].

Avanzamos hacia el puente viejo en reparación, para decidir un nuevo punto para turistear, ya era casi medio día, y el Sol estaba sobre nosotros, cocinándonos y haciendo que los tufillos se incrementaran. Tons, nos fuimos a un parque, que un mapa de la ciudad señalaba como ubicado al cruzar uno de los puentes que se elevan sobre el río que atraviesa la ciudad.

El parque, como la mayoría de la ciudad, estaba carente de grandes y frondosos árboles, solo unas cuantas palmas/palmeras [no sé bien cuál es cuál], pastito y unos jueguitos para niños en la tierra. Me acosté sobre la hierba, busqué que mi cara quedase cubierta por la sombra de alguna de las palmas. Estaba a gusto, el aire corría tranquilamente y era fresco.


Pelon Pelonete






Estuve bien como 10 minutos, porque empecé a sentir que unos bichitos empezaban a recorrer mis brazos, abrí los ojos y ahí andaba una arañita pequeñita, que al principio había confundido con el lunarcito que tengo en el brazo derecho, la aventé lejos con la punta de mi dedo índice izquierdo. Luego sentí otra cosa por el cuello, y me volví a sacudir, después en el otro brazo “oh que la…” y ya me estaba empezando a desesperar, saque mi chamarra roja y la puse en el pasto para acostarme sobre ella. La sombra de la palmera ya se había alejado de mi cara, me puse un mapa que traíamos sobre la cara y me volví a dormir un momento.

Así pasé buen rato, dormitando y peleando con los insectos que se querían aprovechar de mi hot body [sí, estaba haciendo calorcito]. Luego de batallar tanto, huí a una banca de madera, donde a pesar de la sombra nula, me jeteé otro rato. Fueron como 20 minutos a lo mucho lo que estuve ahí.

Desperté y unas personas se acercaban hacia donde estaba Toño dormido, parecían venir de una misa, traían a una niña de unos 10 años con un vestido blanco, como el que les ponen comúnmente en las comuniones y ese tipo de cosas, entre las personas había un hombre, de traje beige, con corbata negra y una cámara profesional. Le indicaba a la niña dónde se colocara para fotografiarla. A los pocos minutos despertó Toño y nos fuimos del parquecito ese.

La verdad es que ya no sentíamos muchas ganas de estar en Córdoba, estábamos cansados, apestosos y con hambre. Caminamos un poco más por la ciudad buscando algo más que ver, así como que deslumbrante, pero no tuvimos suerte. Así que mejor ya nos dirigimos a buscar algo de comer para irnos a la estación de autobuses después.

En el camino, entre las calles, un señor de unos 57 años, me vio y movió su brazo hacia el frente cautelosamente, apuntando con su índice, como cuando se quiere hacer una pregunta, dijo algo pero no lo escuché bien, pues traía los audífonos. Me quité uno de éstos y le pedí con un gesto que repitiera la pregunta.
- Do you speak english? – preguntó, inclinando un poco su cabeza hacia delante, puede ver su sombrero de pescador y puse atención a la enorme mochila que llevaba en hombros.
- Sure – respondí.

Él sostenía un mapa en su mano izquierda y con la mano derecha se niveló las gafas de grueso marco que le resbalaban por el tabique de la nariz. Venía con su esposa, una señora alta, más o menos de la misma edad, con lentes también, más robusta que él, que era delgado y estaba un poco encorvado. Estaban buscando un hotel, y me comentó que en la oficina de turismo no le habían ayudado mucho, que solo le dieron el mapa y ya, le expliqué que era mi primera vez en la ciudad, pero le señalé la dirección hacia la que había visto algunos hoteles, además con el mapa le señalé algunos lugares en los que vi bastante movimiento comercial turístico, por lo que supuse que cerca habría algunos lugares para dormir. Le pedí disculpas por no ser de más ayuda y lo encaminé un poco hacia una calle que bajaba, pues por ahí había visto algunos letreros de hoteles. Los dos viejitos se fueron cuidadosos caminando bajo el brillante y caliente Sol con sus mochilotas.

No encontrábamos algún sitio que nos convenciese para comer, así que a final de cuentas le dije a Toño que ya mejor nos fuéramos para la estación, que ahí compraría algún pan o chucherías para comer en el camino y que ya en Madrid o Alcalá comeríamos bien. Vimos a un perro feliz bañándose.


Huele A Perro Mojado





Teníamos ya el boleto para el regreso a Madrid, pero lo habíamos comprado para las 19:30, y a penas serían las 15:00, así que en la estación pedimos el cambio a un viaje que saldría a las 16:00. Mientras esperábamos a la salida del autobús fuimos a comer a la cafetería de la estación, comí filete de ternera y calamares, estuvo bien, aunque un poco caro. Aproveché también para ir al baño y lavarme la cara, me sentía todo chamalgoso [ni sé si existe esa palabra, pero como a algo así me suena]

Ya, regreso a Madrid, jetonsísimo todo el camino, solo me despertaba a ratos y veía una mala película de vaqueros estelarizada por Kevin Costner, titulada Open Range [no supe como se llamaba en español], de hecho sale Diego Luna en esa movie, es del 2003 pero fuchi [sí, aunque no la haya visto toda, con lo que vi fue suficiente].

Las piernas ya me flaqueaban al llegar a Madrid, ya solo quería estar de regreso en la residencia y bañarme, para poder dormir a gusto. Llegamos a la residencia como a las 23:00 o algo así, rápidamente a revisar 2 que 3 cosucas por aquí y por allá, una visita al baño y a dormir profunda e ininterrumpidamente por un largo rato, ahora sí, con pijama.

Unknown 6:38 p.m.
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viernes, mayo 05, 2006
 

de la serie Sevilla

Los Lugares

eso mero



arco luminoso



puenteon



el que se fue a Sevilla

Unknown 7:03 p.m.
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de la serie Sevilla

La Gente

wazzzzaaaa [pimpin']



sssszzz



bolitas



sin pucheros



mira que bien saliste

Unknown 6:15 p.m.
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jueves, mayo 04, 2006
 

Día 74 [29 de abril 2006]

Tempranísimo ya estaba con el ojo pelón, eran las 6:36, debíamos apresurarnos para estar lo antes posible en Madrid y tener buenas opciones. Unos pocos minutos después de las 7:00 ya estábamos caminando, cubiertos por una fresca mañana.

Caminamos hasta la estación de tren. En la mochila yo llevaba: una bolsa de pretzels y 2 paquetes de corn nutts amarillos [los que me envió mi madre], pasta y cepillo para dientes, unos chones, unos calcetines y una camiseta, desodorante, unas pinzas, una pluma azul y un lapicero, un sweater beige, cámara fotográfica con baterías y otras 4 de repuesto, el cable para USB de la cámara, el libro “Así Hablaba Zaratustra”, un cuaderno y tape. Agua compraría después.

Me dormí un rato en el tren rumbo a Atocha, había dormido como 3 o 4 horas en la residencia, estaba cansadón.

En atocha tomamos la línea 1 del metro y después trasbordamos a la línea 6 en la estación Pacífico, para finalmente bajarnos en la estación Méndez Álvaro, donde está la estación de autobuses sur de Madrid.

Mucho movimiento, como era de esperarse, hay un gran letrero luminoso con las diferentes horas de salidas y llegadas de los distintos destinos, al lado de éste hay otro letrero [no luminoso] donde se indica cuáles son las ventanillas correspondientes para cada uno de los destinos.

Preguntamos en una de las ventanillas por el viaje a Sevilla, el más próximo a salir sería a las 13:00, era demasiado tiempo para esperar, a penas serían las 9:00 en unos minutos, entonces, pensamos en Córdoba y Granada, nos iríamos en el que saliera más temprano. El ganador resultó ser Córdoba, que saldría a las 10:00, si mal no recuerdo. Mientras nos ubicábamos con respecto al lugar donde abordaríamos el autobús, estuvimos dando vueltas. Estábamos parados, decidiendo hacia donde caminar, cuando un tipo de unos 27 años, pelón y fornido se nos acercó, sacó su cartera y nos enseño una placa de policía; nos dijo: “permítanme ver sus documentos por favor”, “¡En la madre!” pensé, “descubrirán los 8 kilos de heroína que traigo en la mochila además de los 3 kilos de coca que me tragué como en la película de Maria Full Of Grace.

Afortunadamente se me había olvidado cargarme los kilos. Pero lo malo del asunto era que habíamos decidido dejar los pasaportes por miedo a que se nos perdieran, saqué mi seudo-credencial de la Universidad de Alcalá de Henares, y Toño mostró una copia de su pasaporte, yo también traigo una regularmente pero no supe que pasó con ella esta vez. El oficial de la policía federal nos dijo que era buena idea lo de la copia, pero que debíamos de acudir a nuestro consulado para que nos la sellasen, nos dejó ir sin más cuestionamiento. Fiiuu. [NOTA, no soy un drug dealer, el comentario fue meramente para cuestiones de entretenimiento y es ficción, por favor ya no me llamen para que les consiga un fix]

Llegó la hora de abordar, chatganíe la ventana, aunque después me di cuenta de que originalmente me correspondía a mí. En cuanto se puso el autobús en marcha empecé a babear la ventana.

Fueron 5 horas y media de viaje, hicimos un par de paradas, la importante fue una de media hora en un pueblito, donde nos bajamos a estirar las piernas y comprar agua, hacia calor.

Básicamente todo el viaje me la pase jetón, de repente me despertaba y veía por la ventana, era un relieve plano y verde, sobre todo por cultivos, vi de vez en cuando a personas cosechando.

Llegamos a Córdoba a las 15:41, me dolían las pocas nalgas, creo que hasta se me entumieron. Había un letrero, también luminoso, dentro de la estación, que anunciaba un viaje a Sevilla a las 17:15, preguntamos y compramos los boletos, sería día para Sevilla, el interés se basaba en la famosa feria de Sevilla, que al parecer terminaría el domingo.

Para hacer tiempo, fuimos en busca de comida, la verdad es que la primera impresión de Córdoba no fue muy buena, se veía desértica, vacía, claro, era la hora de la siesta, pero en sí la cuidad no te jala, no te atrae como Alcalá de Henares o Madrid. Caminamos y solo veíamos lugares cerrados, una que otra alma vagaba por las calles. Después de unos 10 minutos de andar, vimos un lugar semiabierto, pues no se veía mucho movimiento dentro de éste, solo al encargado cerrando ventanas y limpiando mesas.

Era una especie de bar, donde servían las famosas “tapas”, que son, básicamente, pan con algo, pides alguna bebida y la acompañas con tapas, que pueden ser de jamón, de chorizo, de queso, de tomate, de caracoles, etc. [sí, caracoles]



Pedí una Fanta de limón y una orden de tapas de jamón ibérico, Toño pidió una cerveza y salchichón. Comimos a paso normal, viendo el lugar aburrido y haciendo una que otra broma.

Regresamos a la estación con tiempo de sobra. Abordamos el autobús nuevamente, esta vez los asientos no estaban numerados, así que cada quien se fue por su lado, para babear una ventana cada uno. 2 horas y media de camino. 2 horas y medias más de mimi.

En el camino, Toño me hizo indicación de que una de las estaciones a las que habíamos llegado ya era Sevilla y yo que iba medio dormido le seguí la cura, ahí van los dos paisitas con sus cajas amarradas con mecates apresurados, todos escamadillos, bajándose de la burra. Ya que estábamos abajo me detuve un poco como a pensar qué estaba pasando, Toño se volteó y me dijo: “¿Por qué no se están bajando todos?” y yo: “pues, a lo mejor aquí no es” y ya nos regresamos con la cola entre las patas de vuelta al autobús.

Sevilla es una linda ciudad, es la capital de la comunidad de Andalucía, está bastante urbanizada, autobuses de doble remolque con pantallas en su interior. Edificaciones relativamente altas, pero no impresionantes, y calles con bastante flujo de vehículos motorizados.

Había bastante movimiento en las calles, mucha gente vestida con ropas típicas, o sea, a la antigüita, se movían en todas direcciones, por lo que al principio fue difícil saber en dónde estaba la feria.

Seguimos a unas personas, que después se dispersaron. Estábamos caminando frente a una especie de antiguo convento o algo por el estilo. De repente apareció una señora, de unos 36 años o algo así, bajita, morena y de cabellera descuidada que le rebasaba los hombros. Extendió su brazo, con la palma abierta buscando mi mano izquierda. No reaccioné a tiempo, primero pensé que me estaba pidiendo dinero y cuando menos acordé ya me tenía de la mano, con mi palma hacia arriba apoyada en la suya, era, aparentemente, una gitana, y me estaba indicando mi destino. Con su otra mano sostenía un romero creo, y me decía muchas cosas rápidamente, la verdad no le puse mucha atención, mencionó muchas cosas que les ha de mencionar a mucha gente, no creo que le diga a alguien “morirás a temprana edad” o “quedarás sólo, sin hijos ni familia” o “eres una persona fácil de manipular” o cosas por el estilo.

La dejé que terminara su show, ¿ya qué?, me leyó las dos manos, y al final me dijo: “son 5 euros por cada mano” y yo la vi como: “¿qué pedo?, mejor me hubieras pedido la feria y no hubiéramos perdido tiempo”; mientras esto sucedía Toño estaba con otra señora, y el mismo procedimiento sucedía. Toño si cree más en todas esas cosas, y pues está bien cada quien tiene derecho a creer lo que quiera, respeto y admiró que sea tan fiel a lo que cree, pero a veces siento que quiere hacerme entender que lo que él piensa es lo que está bien, su tono de voz cambia y noto que se pone como a la defensiva, yo para evitar problemas [hace tiempo que ya no me gusta discutir por cualquier cosa] termino callando mejor, las cosas siguen bien, aún no nos hemos agarrado en una discusión así fuerte… can’t we all just get along? [oh, dude, si estás leyendo esto, la verdad es que lo digo en la manera menos cagapalos posible, eres mi amigo y respeto tu forma de ser, solo a veces siento que no eres muy tolerante con mi manera de vivir, y sé que tampoco estás de acuerdo en que escriba todo lo que sucede aquí, pero también es mi elección y aunque en este caso estés involucrado en el relato, pues, sorry, nadie te está juzgando ni nada por el estilo, ni lo escribo para verme bien, ni para verme cool, ni nada por el estilo {sí, aunque creas que por poner esto aquí me estoy contradiciendo}, solo lo escribo porque me gusta compartir con mis amigos lo que me sucede, a final de cuentas son ellos quienes leen esto, una vez más sorry y gracias por estar aquí, neta.]

Entonces la doña rápido se dio cuenta de que yo no estaba muy satisfecho con su pequeña jugarreta, y me dijo: “lo tienes que dar con alegría y buena voluntad”, en tono que entendí como un tipo amenaza, en eso escuché que la otra señora le decía a Toño: “son 10 euros de cada mano” y casi instantáneamente me dijo lo mismo la señora que me atendía, le dije: “me acabas de decir que eran 5 por cada mano” y me volvio a repetir lo de la alegría y voluntad; saqué mi cartera y me puse a buscar monedas, me dijo: “monedas no, que traen la mala suerte… si tienes billetes yo te doy cambio” y yo por acá: “yeah, right”, encontré un billete de 5€ y se lo dí, le dije: “acabamos de llegar y a penas vamos en busca de un cajero automático”, “echa las moneditas, pues” – me dijo desilusionada, “no que no tronabas pistolita”, afortunadamente solo traía cacharpa, moneditas de 0.05€, 0.10€ y 0.20€, pues ahí le escarbé lo que pude y se lo di.

Victoriosos nos alejamos de las gitanas, con nuestro romerito de recuerdo, como indicando: “cliente distinguido”. Seguimos caminando, buscando la entrada al magno evento. Llegamos a un lugar de donde salía gente en caballo, bueno carroza, pero no tenía finta de entrada principal.Nos regresamos, las gitanas ya había desaparecido, mucho misterio pues. Llegamos a un crucero bastante transitado, la gente se amontonaba en el semáforo.

Hechos Bola



Cruzamos un puente que va sobre un río, bastante decente. Al llegar al otro extremo del puente, la gente estaba haciendo fila cerca de la esquina, había unas personas con muchas cajas de cartón, estaban regalando patatas fritas, estilo casero, pero para un mercado grande, 2 bolsitas por persona, nos pusimos a hacer fila pa que nos dieran papa… “me da papa por favor, tengo hambre”

Que Papas






Bien happy con una bolsita de patatas en la mano y la otra en la chamarra roja, continúe la caminata con Toño, ya nos acercábamos al lugar, se veía que la gente se concentraba aún más.

Básicamente, por donde llegamos, eran puros puestos de comida, más que nada parecían tapas y alguna que otra paella o platillos típicos españoles, pero no era como que hubiera un menú variadísimo, la mayoría de los puestos eran relativamente pequeños, y casi todos estaban llenos.

Eran muchísimos puestos, en superficie me atrevería a decir que abarcaban como la mitad de la Plaza Río, o sea, con todo y el estacionamiento correspondiente. En unos puestos las personas solo comían, en otros platicaban con mucho entusiasmo, en otros bailaban, pero en general todos se veían muy contentos, regocijándose de lo lindo.

Así Se Baila



Recorrimos la mitad de los puestos que había, luego fuimos a buscar un cajero automático, yo tenía la idea de que ya no traía ni un cinco, pero al revisar detenidamente mi carteruchaperrucha, me di cuenta de que la gitana no se había quedado con todo mi dinero después de todo.

Tuvimos que caminar un buen para encontrar un cajero automático al que le entendiéramos, porque el que nos topamos a la salida de la feria no decía claramente cuál era el botón para sacar feria, decía algo raro de recargar el monedero, pero para evitar malos ratos, mejor caminamos, al cabos que a eso íbamos, a turistear, no a hacernos pelotas con cajeros raros.

Regresamos a la feria, la verdad olía mal de vez en cuando, entre la gente y su olor a euforia y las cacas de los caballos en la calle, aunque a cada ratito pasaba una de esas barredoras de asfalto y, tras de ella, otro vehículo que echaba agua.

Ahí Va El Agwwa [pronúciese con voz de malilla]



Ahora cruzamos por los puestos de comida hasta llegar a los juegos mecánicos. Así como en las ferias de Tijuana o Rosarito o cualquier ciudad decentona del país, las ferias tienen como atracción principal, los chirridos y luces de máquinas en condiciones cuestionables, juegos de suerte y juegos de habilidad, donde si te persignaste unas cuantas veces y no andas muy borracho, puedes ganarte un osito de peluche si tiras una pirámide de objetos con una bola, o cosas así.

Eso Y Más



Fue sorprendente la gran similitud del ambiente en la feria de Sevilla, en cuanto a los juegos mecánicos, con respecto a las que he visto en mi rancho. Aunque he de aceptar, que tiene un buen que no voy, hay varias cosas que el típico joven mexicano de mi edad hace y que yo no, pero soy muy típico de todas maneras.

¡ B i n g o !



Nos metimos a un puesto frente a un juego de bingo, servían paella y pollo asado creo, comimos paella. Y casi estoy seguro de que comí caracoles, porque entre lo que traía la paella había una cosa media amarilla, que sabía como a carne, pero que no era carne y estaba blandita, como cuero, y analizándola más de cerca, vi cierta textura que me pareció casi idéntica a la piel de caracol, tal vez solo era que quería comer caracoles y me forcé a imaginarme que lo hacia. Al parecer los caracoles son algo muy común y deseado por la gente por estos lugares, hay varios puestos de comida por las calles que cuelgan un letrero como: “¡Hay Caracoles!”, o sea, como gancho para que la gente vaya ahí o algo así.

Terminamos de comer y anduvimos un rato zorreando a ver que había de bueno y luego nos fuimos a explorar la ciudad, ya era noche, y pues no teníamos planeado dónde dormir, o si en realidad dormiríamos. En busca de parquecitos cómodos fuimos.

Sevilla, es un poco más sucia que Alcalá, pero supongo que se debe a lo de ser una ciudad más urbanizada, aunque, por otro lado tenemos a Madrid que está en muy buenas condiciones.

La gente seguía dirigiéndose a la feria y nosotros caminábamos con toda la carota de turistas, con mochila en brazo y observando cada detalle curioso que se encontraba por nuestro camino.

Luego de unas vueltas en falso y mal entendidos con los puntos cardinales, estuvimos por buen camino, apunto de cruzar uno de los puentes de la ciudad. Pero, antes, nos bajamos a explorar, de hecho, hasta pensamos en una vez terminada la jornada de turismo, regresar ahí, buscar un rinconcito para cada quien y jetearnos bajo el puente. Estuvimos un rato ahí, viendo a unos patos que se disponían a dormir, tomando fotos pretensiosas y charlando.

Tomamos nuevamente el camino, en busca de la estación de autobuses, es que con la emoción de la feria y el lugar nuevo, pues se nos pasó recordar el camino de regreso a la estación, y al siguiente día por la mañana teníamos pensado regresar a Córdoba para turistear bien ahí.

Vimos una especie de parque/plaza/mirador que tenía finta de cómodo, había varias bancas y no estaba tan alejado de la calle, yo le eché luego luego el ojo a una de las bancas, ya me estaba imaginando ahí babeando.

Ubicamos la dichosa estación, y al ser ya bastante noche, la única opción aparente para seguir despierto era la feria, so, back to the feria. Esta vez tomamos un autobús, especialmente con destino a la feria, 1€ por cada uno, se llenó y todos los ocupantes nos bajamos frente al gran arco a la entrada de la feria.

Fuimos a una sección de puestos donde servían unas especies de donas, hechas al momento con chocolate caliente. Resulta que las cosas estás, redondas con un agujero en medio, se llaman aquí buñuelos, y como los buñuelos de México, también están bañados en azúcar. Nos sentamos en una mesa y en la mesa contigua se sentó una familia de nativos, aparentemente, hicieron pequeña conversación con nosotros y nos pasaron los buñuelos porque la mesera no alcanzaba ha llegar hasta donde estábamos, luego vino el rico y calientísimo chocolate, que disfruté escurrido sobre la punta de los buñuelos, tenía rato sin mojar pan con chocolate caliente.

Cuando pagamos, la señorita nos tenía que regresar cambio. Un poco después de que le pagamos [en cuanto nos sirvió le pagamos], llego una niñita de unos 7 u 8 años, cabello claro y se veía lista y energética, llena de chispa y curiosidad, lo noté porque me decía: “muévete más hacia atrás” mientras me tomaba yo una foto con ayuda del disparador automático de la cámara, la había puesto sobre la mesa un poco alejada de mí y la niña veía por el display de ésta.

¿Puedo hacer una foto yo? – me preguntó en un tono con toqué autoritario pero a la vez respetuoso.
Si – le respondí alargándole la cámara.

Ella nos había entregado el cambio, era primita de la mesera que nos había atendido.
¿A quién se la hago? – preguntó volteando a su alrededor.
No respondí, pues sabía que no estaba hablando conmigo, era más un diálogo con ella misma.
¡Ah!, ¡ya se! ¡A mi prima! – dijo, y se alejó con la cámara al interior del puesto.

La verdad, me dio cuscus, porque así de la nada ya estaba a unos 8 o 9 metros de distancia con mi cámara, y había mucha gente, una mesera me tapó momentáneamente la visión de la niñita, que se había parado frente a su prima y otra muchacha igual de joven. Les tomó dos fotografías, porque la primera salió mal y regreso a la mesa a entregarme la cámara, no sin antes tomarle una foto a los buñuelos.

Cuando me daba la cámara le dije: “Tómate una tú”; tomó la cámara con las dos manos, la volteó hacia sí, estiro los brazos a la altura de su cara hizo una cara y se tomó la fotografía. Me entregó la cámara, agradeciendo, y cuando se iba le pregunte por su nombre: Adria.

Adria's Pics












Terminamos con los buñuelos y el chocolate y a caminar se ha dicho. Otra vez por los puestos de tapas, ya la gente casi toda solo se dedicaba a bailar, en algunos puestos más grandes había conjuntos en vivo, con música latina en algunos, flamenco en otros, en fin, fiesta total.

Ya como a la 1 y tantas de la madrugada salimos de la feria, ya bien decididos a dormir descobijados. Fuimos a la plaza/parque/mirador, y nos sentamos en una banca blanca, metálica, que estaba de espaldas con otra de las mismas características. Yo ya estaba bien hecho a la idea de que ahí dormiría.

Toño fue a buscar dónde orinar y yo me quedé ahí, me puse la camiseta que traía en la mochila arriba de la que llevaba y luego el sweater beige y por último la chamarra roja. Saqué la pasta y el cepillo para dientes y una botella de agua que había comprado en el viaje, me lavé los dientes y me acosté sobre la banca. Homeless, pero limpio.

Sí, me dormí. zzzzzzzz



Unknown 4:24 p.m.
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miércoles, mayo 03, 2006
 

Situación

Unknown 3:52 a.m.
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Relax gang



Unknown 3:31 a.m.
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¡ É c h e l e__P r i m o !__

Unknown 3:01 a.m.
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bichi bichi araña




¡jajaja, ta encuerda!

Unknown 2:40 a.m.
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Día 73 [28 de abril 2006]

El despertador sonó a las 8:27 [aprox], rodé un poco en la cama y me estiré. Me puse de pie y caminé en chones al baño a lavarme la cara y orinar. No me había puesto la pijama en los últimos días porque me daba flojera sacarla de la bolsa de la ropa limpia.

En el baño me di cuenta de que ya era tiempo de otro corte de cabello; no soporto estar greñudo, me desespera, además de que me veo más cabezón de lo que ya estoy.

Fui a desayunar, era viernes pero tenía planes y no quería estar en la cama cuando llegaran las señoras de limpieza [¿si hubiera puesto “las mujeres de limpieza” hubiese sonado despectivo?]

Regresé al cuarto a revisar algunas cosas por Internet. En eso estaba cuando entraron las de limpieza, hicieron su rutina mientras yo estaba sentado frente al escritorio. Cuando se fueron, bajé un episodio de Seinfeld y después me metí a bañar; aunque este tragando tanto siento como si estuviera adelgazando [sí, es posible] o tal vez sea el cabello, sepa la bola.

Mientras me alistaba, me puse a bajar un cd: In Case We Die de Architecture In Helsinki. Ya pasaba del medio día cuando por fin salí de la residencia. Fui a una tienda que está a las afueras de las residencias, por donde está el banco Santander, compré un bonobús.

Cogí el autobús, frente al hospital universitario. Llegué a la estación de tren a las 12:47, el próximo tren con parada en Atocha pasaría a las 12:56, me senté en una banca a esperarlo, saqué de mi mochila el libro que me envió mi madre y me puse a leer.

Este libro me resulta más difícil de leer, pues tiene muchas palabrotas y ciertas oraciones poéticas [por llamarles de alguna forma] que me hacen que lo tenga que leer de nuevo, además de que me enfada más rápido, porque al ser un libro en caminado de cierta manera a lo que es la evolución del hombre y de su psique, automáticamente tomo una postura un tanto arrogante hacia él, lo mismo me pasó con “El Lobo Estepario”, o sea, lo estoy leyendo y pienso: “eso ya lo sabía yo” o “esto ya lo había pensado yo”; esta mal de mi parte tomar así el libro, pero no lo puedo evitar, me nace ser mamón con este tipo de libros, y además como apenas estoy dando pasitos por esto de la lectura, me cuesta acostumbrarme.

Sabía que para llegar a mi destino tenía que tomar la línea 1 del metro de Madrid y bajarme en la estación Iglesia, de ahí solo era caminar como 2 cuadras.

En atocha hay mucho movimiento, muchísima gente por todos lados, en las máquinas para boletos siempre hay gente haciendo fila.

Sería mi primera vez en el metro y en lo único que pensaba era en el capítulo de Seinfeld titulado “The Subway”, lo tengo que bajar.

Al principio no sabía si estaba en el lado correcto, no sabía si iba o venía; había un letrero que decía las paradas del metro de la línea 1, pero yo no sabía ni para dónde estaba el norte ni el este. Después de un rato me iluminé y supe a dónde tenía que ir, era el que iba a la Plaza Castilla.

Al subir, sentí cierto nerviosismo, pero me distraje viendo las caras de aburriemiento de la mayoría de los que estaban adentro. Mientras avanzábamos, pensaba en el tren que no se ha construido en Tijuana y en el capítulo de los Simpsons del monorriel y en las muchas ocasiones que fui de compras en el trolley con mis amigos. Cuando patinaba empecé a aventurarme con el transporte público de San Diego, iba con mis compitas, riendo todo el camino, éramos unos jovenzuelos de 15 años, todo era patinar y reir.

En la estación Tirso de Molina el metro se detuvo más de la cuenta y la gente comenzaba a cuestionarse qué era lo que sucedía [lo deduje al imaginarme lo que decían viendo sus expresiones]. Primero no le di mucha importancia, pero luego empecé a ver gente afuera, caminando hacia la salida; me quité uno de los audífonos y alcancé a escuchar “avería”. Nos bajamos del metro. Justo cuando puse los dos pies fuera de éste, escuché al conductor decir: “bajen del metro, el servicio queda suspendido”.

Había mucha gente molesta – ¡esto es un cachondeo! – Decía varias veces una señora, - ¡lo mismo pasó en la mañana en la línea 2! – dijo otra. Caminábamos hacia el frente, de pronto el chofer se asomó por su ventana y dijo: “¡jajaja! ¡Cayeron!” y aceleró el metro, se fue a toda velocidad riendo, sacando la lengua y apuntándonos. Ok, no. Eso es lo que me imaginaba que sucedería mientras íbamos acercándonos a las escaleras para salir de la estación, muchas veces me imagino cosas así, la culpa la tiene la tele buju ju ju.

Volviendo a la realidad. Un grupo de personas, la mayoría arriba de los 50 años, empezaba a amontonarse frente al primer vagón y la ventana del conductor; decían que ellos no se iban, que se quedarían ahí adentro y que los llevara a donde fuera, que al fin y al cabo se tendría que mover eventualmente. Uno de los señores golpeaba la ventana del chofer con la palma de su mano derecha y decía: “¡esto es una sinvergüenzaza!”.

Yo no sabía si quedarme ahí o irme. No estaba indignado, pues no tenía urgencia, pero el chisme estaba bueno. Después de titubear algunos instantes, subí por las escaleras encaminado hacia la salida. Varias personas estaban aglomeradas frente a la taquilla, para que les cambiaran el billete, me puse a hacer fila con ellos.

El billete de metro para un viaje sencillo cuesta 1€ y con él puedes recorrer todas las estaciones del metro, siempre y cuando no salgas de las mismas. O sea, si te subes en Atocha a la línea 1 y después te bajas en Sol y tomas la 2 y luego te bajas en Príncipe de Vergara y tomas la 9, todo el trip te cuesta 1€.

Me dieron un boleto nuevo, escuché varias veces una voz de mujer por unos altavoces en el techo: “Debido a una avería, el servicio en las estaciones Tirso de Molina y Antón Martín queda suspendido por 30 minutos a lo más, disculpe las molestias”.

Cuando salí de la estación, reconocí un poco el lugar, estaba cerca de la Plaza del Sol, me puse a caminar para ver si encontraba algo interesante – pasar el tiempo mientras lo arreglan – pensé.

Di vueltas por las calles, deteniéndome frente a aparadores de algunos negocios y recorriendo con la vista los edificios al lado de las calles.

40 minutos después, estaba en la estación Sol. Esta vez el metro no estaba tan lleno como el anterior, pude sentarme.

El aparato se puso en marcha y mi mente se quedó en blanco por unos instantes, lo recuerdo porque de pronto algo se activó dentro de mi cabeza y me sacudió, como un escalofrío, y fue cuando vi el letrero de la estación a la que habíamos llegado, era Iglesia. Las puertas estaban abiertas y alguna gente había bajado, me puse de pie de prisa y salí corriendo. Es como si me hubiese quedado dormido y despertado justo donde debía hacerlo, solo que dormí sin soñar y sin cerrar los ojos [más que para parpadear, claro está… ddrrr]

Eran las 15:11, así que la tienda seguramente estaría cerrada [por la bendita siesta], de todas maneras caminé hacia ésta para localizarla bien. ARRAY se llama, y supuestamente ahí encontraría algunos componentes que me hacían falta para mi práctica de digitales.

Una vez localizada la tienda y verificado el horario de regreso, me dispuse a buscar algún lugar para comer. En España no te quedan muchas opciones entre las 14:00 y 17:00 cuando estás en la calle, o vas a comer o vas a comer.

Luego de ver algunos menús del día de diferentes restauransucos, me decidí por uno que tenía spaghetti, después del de el día anterior había quedado clavado, quería más, más!

9€ la comida, spaghetti a la pimienta y dorado al horno, fueron el primer y segundo platillo, una sodita de limón y una nieve. No soy muy fan de la nieve, en general de los postres, pero “de vez en cuando no hace daño” [sí, ya sé que así no va]. Pedí la nieve de chocolate, la mesera me trajo un pequeño recipiente circular de plástico con tapadera de aluminio delgado, de las que desprendes fácilmente, tenía el corazoncito que en México representa a la marca Holanda, aquí se llama Frigo, cuando la abrí me llevé la sorpresa de que era de vainilla y chocolate. Me acordé de cierta personita a la que no le gusta el chocolate – si estuvieras aquí te daría la mitad de vainilla, te diría: “toma esta mitad… anda di que sí” – pensé, y me puse a comer primero ese lado en honor a ella.

Salí del restaurante a las 15:58, había una pequeña plaza frente a una iglesia, con varias bancas, me senté en una y me puse a leer. Me dio frío, después de estar ahí algunos minutos, a pesar de que el cielo estaba completamente despejado, porque en la plaza transitaba una corriente de aire frío de vez en cuando que me endurecía los pezones.

Tons, me jui, en dirección a la tienda ARRAY, y por una de las calles me topé con una peluquería. Había un señor de unos 58 años, medio calvo, en una de las sillas hablando con otro de unos 35 con gafas y una gruesa camisa blanca de manga larga.

Algunas puertas de aquí me destantean, porque estoy acostumbrado a abrir las puertas de negocios hacia fuera y aquí la mayoría son hacia adentro.

Entré a la peluquería, dejé mi mochila en un sofá y me senté en una silla que me señalo el señor de gafas. Comenzó el ritual del corte de cabello. Esta vez si me gustó como quedó, no me hizo esa cosa rara con la patilla que hace que quede toda puntiaguda, además, casi no uso la máquina, a puro tijerazo limpio. Salí happy, paseando mis dedos por mis cabellos recién cortados, mi laiki veri much.

En la tienda ARRAY había una única persona detrás del mostrador, y estaba en medio de una acalorada conversación con, al parecer, un amigo suyo y cliente a la vez, cuando entré a la tienda. Me puse a ver algunos aparadores que tenían ahí, mientras el terminaba de hablar. Como a los 5 minutos, por fin colgó y me atendió.

Le empecé a nombrar las cosas que necesitaba y desgraciadamente solo tenía un circuito de Reset que necesito. Fue mi única compra 3.80€. Le pedí información sobre alguna otra tienda donde pudiese encontrar el resto de componentes, me mencionó una con dirección en Jorge Juan #58.

Al salir de la tienda me fui a un café Internet para buscar en el callejero el lugar exacto donde se encontraba la próxima tienda. Estuve poco menos de media hora, al parecer es un negocio de árabes, en el mostrador estaba una mujer de unos 29 o 30 años con la túnica esa que regularmente usan, que solo les deja descubierta la cara carente por completo de maquillaje.

Mi nuevo destino estaba algo retirado, pero no quería andar más en transporte público, así que opté por caminar, más o menos memoricé las calles importantes y caminé hacia el este.

Entre más tiempo paso en Madrid, más me convenzo de que sería realmente grandioso vivir ahí, sin duda es una ciudad hermosa, se ha convertido en una de mis ciudades favoritas. Me gustan las calles, los edificios, los puentes, los árboles, y todo lo demás [con “todo lo demás” me refiero a los amores platónicos que me encuentro en cada nueva calle transitada]

Era media tarde y la caminada me dio calor, así que me quite la camisa mientras caminaba, bien fashion yo a media calle caminando y encuerándome al mismo tiempo, la hice bola y la metí en la mochila.

Caminé como media hora, y llegué a la tienda CONECTROL. Tienes que tomar un boletito como en las carnicerías de mi rancho, 25 fue mi número. Me vendieron solo un sensor de temperatura y un convertidor de USB a puerto serie, que necesito para conectar el proyecto a mi laptop para hacer pruebas. 20€ en total.

Me dieron una dirección de Internet para que revisara un catálogo a ver si aparecía lo que necesitaba y para que así ellos lo pudieran encargar y vendérmelo.

Eran ya las 18:43 cuando empecé a caminar de nuevo por las calles de Madrid, no tenía planes, pero no quería regresar a Alcalá aún. Me dirigí al parque más cercano.

Llegué cerca de la puerta de Alcalá y me metí al parque que está a un costado de ésta. Me detuve frente a unas bancas de madera, un poco tétricas, pero me gustaron los árboles que tenían a los lados, me senté en la que me quedaba al lado derecho.

Estuve viendo a unos niños trepar árboles y correr, la gente pasaba por el corredor principal en bicicleta, patines, pateando balones, corriendo o simplemente caminando mientras platicaban.

Me puse a escribir esto, avancé hasta antes de tomar el tren hacia la Plaza Castilla. Cayó una pequeña araña sobre mi cuaderno, le tomé fotos mientras ella posaba. Una señora que estaba platicando con una amiga suya en la banca de al lado, me miraba de reojo mientras yo contemplaba al arácnido. La araña empezó a juguetear por las espirales de mi cuaderno, me puse de pie y lo agité con fuerza una sola vez, araña salió volando sin que pudiera darme cuenta de dónde aterrizaría.

Estuve unos minutos más sentado hasta que el aire frío me forzó a caminar para calentar el cuerpo. Saqué la camisa de la mochila y me la puse. Me dirigí hacia el centro del parque.

Entre caminos rodeados de verde anduve, hasta llegar a una especie de gran monumento, se escuchaban tambores africanos. Por la entrada principal al monumento semicircular, aparecían unos policías, estaban frente viendo a los que tocaban los tambores, y al parecer esperando refuerzos. Al llegar una patrulla se llevaron a un tipo de unos 25 años, de piel obscura, que estaba sentado en unos escalones encarando a los que tocaban con ritmo entreteniendo a la mayoría de los que estábamos ahí.

Frente al monumento, hay un lago, un lago de buen tamaño, es una linda vista, algunos patos sobrevolaban por ahí y gente paseaba en lanchas dentro de éste. Pero no eran de las lanchitas esas que tienes que pedalear como loco, eran lanchas de verdad, con remos de madera.

Tomé unas cuantas pics ahí en el monumento y me fui a las lanchas, 4.25€. Estaba nerviosillo, no recuerdo haber remado antes. Serían 45 minutos de diversión sobre el agua. Me subí y puse mi mochila tras de mí, tomé los remos y ¡a darle átomos!

No fue difícil tomar ritmo, aunque a veces me iba de lado, o me equivocaba al querer girar hacia alguna dirección, fue buen ejercicio, y fue muy relajante, cuando estuve a mitad del lago, detuve la lancha y me acosté sobre ella, dejándome mecer por el suave movimiento ondulatorio que el viento causaba sobre el agua, viendo el cielo y algunas copas de árboles, estuvo muy rico. A ratos me puse a perseguir patos para tomarles fotos, pero cuando estaba lo suficientemente cerca volaban.

Como a las 20:30 regresé la lancha a su lugar y me dispuse a caminar de regreso a la estación de Atocha, ya estaba cansadillo, y el hambre empezaba a llamar.

Me subí al tren y me senté en uno de los últimos asientos del vagón, frente a mi estaba una chica rubia, alta de ojos grandes y verdes, me puse a ver por la ventana, hasta quedarme dormido por un momento.

Desperté a medio camino, y sentí que ella me veía, cuando la vi, sus ojos estaban hacia la ventana, me reí discretamente y saqué el libro y me puse a leer, leo como 2 o 3 páginas por vez. Después de un rato ella sacó un teléfono celular, y comenzó a hablar en un idioma que no entendí y que tampoco escuché con claridad, pues traía puestos los audífonos.

En la estación de la Garena, donde está el Corte Inglés en Alcalá, la muchacha se puso de pie y se fue hacia la puerta, para este tiempo ya habíamos pocos ocupantes en el vagón, de hecho en la sección donde yo estaba nada más éramos ella y yo. Ella se asomó por la puerta, como buscando a alguien, y finalmente regresó, se sentó nuevamente frente a mí, le sonreí, y ella también lo hizo, los dos volteamos hacia la ventana nuevamente.

Yo estaba pensando varias cosas, como, si sería bueno que dijera algo, y que en caso de abrir la boca debía de decir algo gracioso o pedir la hora o ¿qué?, me estaba ganando la risa por estar pensando tanto y mejor me volteé hacia otro lado.

Ella tenía su cabeza apoyada contra el cristal y sostenida con su mano, la frente en la ventana, en su mano izquierda su barbilla, tocando con los dedos doblados su mejilla izquierda.

Total que me animé a hablar, sentía que mi corazón latía más rápido, no porque me gustara la chica, era atractiva, pero no me llamaba la atención, el latir acelerado se debía a que no hago cosas así regularmente, casi siempre me quedo solo observando, pocas veces interactúo con las personas que me rodean, soy como una especie de reportero de National Geografic, solo estoy ahí para ver y no interfiero con la vida de las demás especies; no porque no me importe, sino porque a final de cuentas soy timidillo, sí, aunque usted no lo crea.

Le dije exactamente lo que estaba pensando: “me prestas 2 euros”. No, eso pensé justo antes de abrir la boca, así que mis palabras salieron mezcladas con risa, entre nerviosa entre chistosa.
¿No te parecen extrañas estas situaciones? – le dije, pensando: “falta que no hable español, o que yo esté metido solo en esta situación y ella ni enterada de todo lo que según yo está pasando.
¿Perdón? – me dijo, como despertando de un pequeño letargo, apartando su mirada de la ventana y concentrándome en mi rostro.
Esto, que muchas veces vemos a gente frente a nosotros, que a veces sonreímos y que tenemos cierto contacto pero que a final de cuentas no sabemos ni su nombre ni que hace ni porque está ahí en ese momento y la gran mayoría de las veces jamás las volvemos a ver – contesté, cuidando sonar claro por si su español no era muy bueno.
Sí – me dijo, con una sonrisita.

Empezó la plática, al principio algo lenta, pero una vez que agarré viada estuvimos riendo. Su nombre es Aline, brasileña, de 20 años y vive con su hermana en Alcalá, la cual está casada. Aline vino a España a trabajar para casarse en Brasil el próximo año, lleva aquí 6 meses y trabaja de lunes a sábado en una tienda de perfumes en Madrid. No tiene amigos, pero está muy a gusto, está rodeada de gente, la nueva familia de su hermana y sus amigos, además de los vecinos y sus compañeros de trabajo.

Nos bajamos donde mismo, caminamos juntos rumbo a la estación de autobús, unos 15 metros antes de la estación Aline, vio el autobús que debía tomar, se despidió rápidamente y se fue corriendo. Era de la línea 7.

Yo me lo tomé con calma, volví a encender los audífonos y la canción en turno fue Wheels Over Me de Mew [<-- click al botoncito azul, que debe aparecer, para escuchar la rolita {bocinas, encendidas y conectadas (o en su defecto audífonos), ah, sí, y con volumen normal}], ese grupo me está gustando bastante, y recuerdo que era esa canción porque me gusta como empieza la guitarrita.

En la estación me encontré a Lenin, el nicaragüense que conocimos por medio de los brasileños, también venía de Madrid, de hecho venía en el mismo tren que yo. Acababa de salir de trabajar, es webmaster en un diplomado de la Universidad de Alcalá creo, no le entendí muy bien, él andaba engripándose. Lenin también vive en las residencias tiene 25 años y está estudiando una maestría en algo de economía creo. Eran ya las 22:03 y el cielo apenas tomaba un color serio.

En las residencias confirme con Toño lo del viaje a Sevilla que habíamos comentado unos días atrás. Al parecer si iríamos, pero aún había que revisar algunos detalles. Fui a cenar. Para cuando regresé, Toño ya tenía más o menos la idea de cómo le haríamos, pero al parecer nos arriesgaríamos a ir a la estación de autobuses de Madrid, a ver si encontrábamos boletos para ir, porque por Internet decía que estaban agotados. Saldríamos a primera hora, o sea, como a las 7:00. Toño quería ir a visitar a Rapha a su trabajo al Bocadín [así se llama el bar donde es mesero], pero en vista del plan del próximo día yo preferí quedarme en la residencia y alistar algunas cosas para el trip.

Con todo y todo me dormí tardesón, pero listo para una nueva aventura.

Unknown 2:21 a.m.
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lunes, mayo 01, 2006
 

Día 72 [27 de abril 2006]

Desperté temprano para ir al laboratorio de control, me bañé y me fui a desayunar. Llegué un pelín tarde, como 7 minutos, es que no quise correr. Estoy diseñando un controlador para un motor de corriente directa, y ya que quede bien voy a comprar los componentes necesarios para implementarlo bien. Al principio me estaba perdiendo con esa cosa, pero parece que ya le estoy agarrando bien en hilo.

Después tenía hora libre, porque el profesor de digitales iba a estar de jurado en un concurso de robots o algo así me había comentando Santiago [un compañero de clase], así que me fui a la residencia. En el camino me encontré a Toño, que se había confundido con el horario de clase de control y ya iba para allá, aún faltaba una hora.

De vuelta en la residencia me puse a bajar el último episodio de South Park [el Internet rifa!, en unas cuantas horas ya tienes disponible capítulos que acaban de estar al aire, yei!]

A las 11:00 regresamos a la escuela, solo para encontrar un letrero en mayúsculas en el pizarrón, anunciaba que no habría clase de control, era la letra de la profesora, la reconocí instantáneamente, le dije a Toño: “Me gustaría haberla visto”, es decir, me hubiera gustado estar dentro del salón cuando ella llegara y escribiera eso, tal vez daría una explicación corta y se iría.

Lo que restó del día no hice nada, solo comí y le di vueltas al Internet. No tenía ganas de nada, estuve echadote rascándome la panzota bien rico, después trabajaría, tenía sueño y mucha flojera.

Me preparé un platote de spaghetti con albóndigas, si es bastante, casi no cabía en el platote, pero damn! Que rico!
Estuve comiendo como 1 hora, mientras veía episodios de Seinfeld en la cocina.

Me dormí relativamente temprano, pues tenía la intención de ir a Madrid el siguiente día.

Unknown 11:04 a.m.
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