viernes, febrero 24, 2006
Día 10
Mañana de flojerita, muy tarde abrí los ojazos [sarcasmo], 12:30 en el reloj despertador, que hoy ignoré por completo, pues hoy no fue día de escuela, así todo perdido me pegué al monitor, me puse a ver The Critic [para variar], me quedé así, medio dormido, medio despierto, desparramado en la silla, con mi pijama de spongebob, y la camiseta de manga larga gris me queda grande. De vez en cuando cruzando los brazos, de vez en cuando recitando los diálogos de la serie [me los sé casi todos, de corazón], a veces creo que soy el único en el mundo [al menos en Tijuana y aquí] que le gusta tanto esa serie, “ni tiene chiste” un amigo me dijo un día, pero bueno, a mí me gusta y ya.
Después de un rato [como 2 horas], me empezaron a tronar las tripas, me puse unos jeans que estaban por ahí, la camiseta negra de ayer [obvio, me quité la pijama], y así todo crusty me fui a desayunar, bueno a comer.
Si, definitivamente extraño el limón, no es como indispensable, pero la mayoría de los días como pez [no se porque no me gusta decir pescado] y le falta el limoncito bien rico. La salsa picante aún no es extrañada por mis papilas gustativas, de hecho la otra vez que fuimos al hipermercado, vi salsa tabasco, la agarré y la anduve paseando, pero finalmente pensé: “¿Para qué?” y ya, la regresé mejor, a parte estaba cara.
Después de comer, me puse a hacer algo de tarea [digo, ya de perdis, ¿No?], y ya me engrané haciendo un programa para control. Hasta que cayó la noche, ya eran como las 20:00 o algo así, estaba aún pegadote al monitor, ya había terminado mi programa, y nada más estaba de ocioso, en eso, se conectó Brenda, una amiguita reciente de Tijuana, y como que me dio ánimos de salir, yo estaba todo crusty y ella me puso a pensar, así que me metí a bañar y me aliste para salir, ¿A dónde?, pues lo primero que me vino a la cabeza, el cine, ya sabía que me esperaban puras películas completamente en castellano, pero bueno, el chiste era salir y, de paso, ver una movie.
Ya estaba por salir y le dije a Toño: “voy a ir al cine, ¿quieres ir?”, se puso de pie, se cubrió con una chamarra negra, y dijo: “vamos”. Antes, le pregunté a Carlos bien el camino y las rutas que debía de tomar para llegar al cine, que está dentro del centro comercial “La Dehesa”.
Tuvimos que tomar la línea 2 y después la 5. Llegamos, al dichoso centro comercial, es grande, pero no mucho, al estilo estadounidense, en cuanto a la distribución de las tiendas, pero los aparadores si son diferentes. En la taquilla, 2 precios, 5.50€, tarifa normal, 4.00€ reducida, las butacas están numeradas los miércoles, viernes, sábados y domingos creo, pero nos sentamos sin poner atención al lugar que nos correspondía [mexican pride].
Ah si, claro, la descripción del cine… bueno, pues resulta que Tijuana gana en este aspecto mis amigos, no me gustó la sala, muy pequeña, era la sala 1, y los asientos al estilo común y corriente, pantalla pequeña y no muy buena calidad de imagen, y claro, todas las películas en castellano [como ya había comentado antes]. Multicines La Dehesa, es el nombre, existe como una cadena de cines a nivel Europa, llamado Kinepolis, pero el más cercano está en Madrid, tengo entendido que en Madrid si encuentras las películas en lenguaje original y supongo que las instalaciones estarán mejores, espero averiguarlo pronto.
Los costos de las palomitas y sodas, más o menos parecidos, gasté 6.10€ en unas palomitas grandes y una soda, las palomitas tenían mucha sal, la pepsi es pepsi en todos lados.
Vimos Truman Capote, buen film, pero no me pareció algo extraordinario [igual podría ser el doblaje], es una buena historia, al principio me gustó la fotografía. Básicamente se trata de un libro de Truman Capote, sobre un asesinato en Kansas el 14 de noviembre de 1959, al parecer Capote con ese libro creó el género literario Novela Documental y se volvió muy famoso en USA; entonces la película envuelve el proceso de 4 años que le tomó escribir ese libro, se las puedo recomendar para rentar.
Salimos del cine como a eso de las 0:38 o algo así, el caso es que estuvimos esperando al bus un buen rato, aproveché para tomar fotos del centro comercial, al menos del estacionamiento y cosas que me encontraba por ahí. El autobús llegó faltando unos 5 minutos para la 1:00, subimos y esperamos esos 5 minutos para salir de aquel lugar.
Por las calles de Alcalá hay como letreros, que te indican la hora y la temperatura, el primero que encontramos mientras viajábamos en el autobús hacia el centro, decía 1:06, 0°, me emocioné, no recuerdo haber estado en algún lugar a esa temperatura.
Nos bajamos del bus cuando vimos ya como que más conocido, en el centro de Alcalá, y comenzamos a caminar en busca de la ruta 2. Resulta que acá, después de la media noche, los autobuses pasan 1 vez cada hora. Después de dar vueltas por varias calles, llegamos a una de las estaciones de la línea 2. 1:23 decía el reloj de la estación, el autobús saldría a las 2:00 de la Plaza de Cervantes, lo pensamos como 2 minutos y mejor decidimos caminar hasta la residencia.
Y nos fuimos, caminando, a la 1:25 de la madrugada, por las calles semivacías de Alcalá, con 3° grados en el aire [eso decía el último letrerito que vimos], y lo curioso del asunto fue que íbamos muy tranquilos por la calle [cosa que en Tijuana rara vez siento, tranquilidad caminando por la noche], nos equivocamos en un puente, seguimos básicamente toda la ruta del autobús, anduvimos a paso normal como 25 o 30 minutos y ya, llegamos a la residencia, del autobús, ni sus luces.
Me sentí muy bien, al menos ya se que cuando caiga la huelga de transportes solo tendré que aventarme media hora caminando para llegar al centro de Alcalá. Entré al cuarto y tenía hambre, así que tomé un trozo de pan que me quedaba por ahí, le unte quesito y me lo comí con mucho entusiasmo. Salude por el Messenger a amigos que apenas recibían la tarde allá en México, le escribí a mi madre, me lave los dientes, me puse mi pijama de bob, y a la camita [realmente es una camita, está chiquita].
Unknown 6:51 p.m.
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