domingo, febrero 26, 2006
Día 11
Ahora sí me quedé de flojera en casa, no me bañe, no desayune, comí, me dormí otro rato. En fin, flojera total. Bueno en la tardecita me puse a hacer algo de tarea, algo más sobre los programas de control.
En la tarde, ya para caer la noche, me quite la pijama y me puse los pantalones del día anterior, mi única chamarra calientita, y nos dirigimos al hipermercado. “La Mercadona” nos recibió como siempre, con sus colores pastel pero serios, mis ojos aún no se acostumbran del todo.
¡Buenas noticias!, al fin pude descifrar el enigma de los carritos del mercado. Tienes que meterles una moneda en un deposito que tienen justo en medio de la agarradera, para poderlos liberar de una cadena, la moneda se queda ahí a tu vista mientras andas haciendo tus compras, cuando terminas, regresas el carrito al lugar donde lo tomaste, le pones la cadena y el mecanismo te regresa tu monedita, me gustó mucho esa idea, ojala en el futuro se pueda implementar allá en el rancho querido.
Los carritos también son defectuosos de las llantitas aquí, ó ¿será que soy malo para manejarlos?, el caso es que ni aquí ni allá puedo controlarlos. Necesitaba comprar agua, pan, queso para untar, atún, polvito para hacer limonada y leche. Justo eso compré, se me antojaban más chuchulucos, pero me aguanté mejor. Me he dado cuenta de que acá estoy haciendo varias cosas que en Tijuana no hago tan seguido, por ejemplo, estoy comiendo mucha harina, obvio, la carne, aproximadamente cada tercer día tomo soda, veo la televisión, llego temprano a la escuela, juego Play Station 2, me baño por las noches, escribo, tomó más fotografías, no como tanto cereal, ni tomo tanta leche [sabe rara, no mala, solo rara, además el envase me intimida], ando abriga y no tomo juguitos.
Fue un día escaso de fotos, porque la carga de mis baterías se agotó [y mi cargador ya se rindió], además de que no salí mucho. De todas maneras, le tome fotos a unos cuantos letreritos.
Cuando regresamos a la residencia me puse a seguir con la tarea, y después de un rato fue hora para el partido de fútbol importante del día [otra cosa que en Tijuana no hago, ver el fútbol], nos sentamos en la sala, con Carlos, estaban “echando” los Simpson, y en cuanto terminaron, comenzó el encuentro: “Barcelona vs. Zaragoza”.
Realmente fue un momento emotivo, los 90 minutos de juego, se fueron rápido, se me hizo muy diferente al fútbol de México, además pues me estaba entreteniendo con los comentarios de Toño y Carlos, mucho más conocedores del tema que yo. Y algo que se me hizo curioso y que me gustó, fue que Carlos le puso mute a la televisión y encendió la radio grabadora que está ahí en la sala, sintonizó una estación para escuchar ahí los comentarios del encuentro; y funcionó, los narradores de la radio narran con mucha pasión el partido, con mucha entrega.
El partido hasta tuvo un momento dramático, al parecer la afición del estadio empezó a gritarle cosas racistas a uno de los jugadores del “Barza” y éste amenazaba con irse del campo, se armó la trifulca y finalmente lo convencieron para que no se fuera. Pocos minutos después del incidente, el Barcelona abrió el marcador con un penal, y como dos minutos después hicieron otra anotación, con la contribución del jugador agredido, que les aseguró la victoria. Momentos intensos.
Terminamos de ver el partido, todos entusiasmados y nos pusimos a jugar Play Station 2, el juego de soccer, claro está. Estuvimos jugando como 1 hora y media. Jugué hasta que se me cansó el dedo pulgar de la mano izquierda, es el que uso para las flechitas y mover al jugador.
Pero aún no tenía sueño, así que en mi cuarto me puse a ver algunos videos musicales, algunas páginas de noticias de música, seguí con la tarea de control [sí, es bastante tarea], no me di cuenta de que estuve pegado a la laptop hasta las 6 de la mañana, no sentía sueño, pero ya dejé lo que estaba haciendo y me enviché, me puse las yamis y me acomodé en la camita.
Unknown 5:30 p.m.
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