martes, febrero 21, 2006
Día 7
Mis parpados pesaban, pero ya estaba despierto, con el índice derecho me quite las lagañitas, me puse de pie, y caminé hacia el baño, me lave la cara y me cambié. Fuimos a desayunar, lo mismo que el día anterior, napolitano de chocolate, yo tomé kola cao [es como chocomilk] caliente y un jugo de naranja, que los primeros días se me hacía como muy concentrado, pero que ya me he acostumbrado tanto a su textura como a su sabor. Me gusta comer mi napolitano con cuchillo y tenedor.
Me lavé los dientes y agarré mi mochila. “Caminito de la escuela...” sonó un momento en mi cabeza. El aire estaba frío, como suele estarlo por estos rumbos, habíamos quedado en estar temprano en la escuela para averiguar que sucedería con nuestros laboratorios. Llegamos y comenzamos a buscar a profesores, la primera fue la del laboratorio de Control, joven ella también, muy simpática, bromeó un poco con nosotros y nos presentó a otro estudiante Erasmus [o sea, de intercambio] que estaba haciendo su Maestría ahí. Nos dijo como funcionaba lo de los laboratorios y que trataría de acomodarnos en alguno.
Luego dimos sin querer con la biblioteca de la Escuela Politécnica, de buen tamaño, y con bastantes referencias bibliográficas, muy completa, con computadoras en buen estado, sillas cómodas y vistosas, una cosa más de este lugar que llena mis ojos con sus colores.
Después fui con el profesor de Digitales, para ver a que laboratorio podría asistir. Me indicó que solo quedaban disponibles 2, uno el martes y otro el jueves a de 17:00 a 19:00 los 2, elegí el del martes. Me dio una ficha, para que pusiera mis datos, una fotografía de mi cara y que debía entregársela al profesor que me impartiera el laboratorio. Aprovechó mi visita a su despacho para comentar acerca de mi grabadora de voz, al parecer no estaba muy complacido de que lo grabara, le expliqué que así me sentía más seguro con los apuntes, porque si reprobaba tendría que regresar el dinero que la escuela me otorgó para el viaje, pero que si le incomodaba dejaría de grabarlo. Me dijo: “yo preferiría que si, ¿eh?”, “muy bien” dije, agradecí su tiempo y me retiré cerrando cuidadosamente la puerta a mi salida.
Se suponía que tendría laboratorio de Tratamiento Digital de Imágenes, pero no apareció alguien, supuse que sería hasta la próxima semana. Estuvimos esperando unos minutos para ver si había algún cambio o algo interesante con respecto a eso. Luego fuimos a buscar a un profesor de Toño, subimos hasta el último piso, de la Escuela Politécnica y vimos que hay unas ventanotas, que se abren y sales como a una terraza tremenda, me dio un poco de vértigo, pero la vista me gusto mucho. Me gustan mucho las nubes de Alcalá, me gustan aunque la mayor parte del día no dejan que el sol caliente mi cara.
Mi próxima clase sería hasta las 12:00, y a penas eran las 10:27, pues decimos explorar un poco la ciudad, y fuimos en busca de un cine, que algunos días antes hablando con Bea, mientras me enseñaba fotografías de su viaje a Egipto, me enteré que todas las películas están dobladas al castellano y vi en un anuncio de la TV que el cine [no sé aún si sea el único] se llama Kinepolis.
Caminamos largo rato, el frío rápidamente empezó a hacer estragos en mi cara, cuando me reía o hablaba sentía mis cachetes, mandíbula y nariz, helados helados, “debí traer una bufanda” dije, y pensé “me hubiera hecho una bufanda, allá en Tijuana donde puedo conseguir más fácil herramientas para hacerla”.
Cruzamos por un puente por debajo del cual pasa el tren, al final nos dimos cuenta de que no era un puente pensado para que pasaran peatones, pues pronto nos vimos sin camino, y tuvimos que atravesarnos por donde van los autos.
Llegamos frente a lo que parecía un centro comercial, el letrero indicaba “La Dehesa”, pero estaba del otro lado de la carretera, y había un separador entre los carriles de ida y de venida, por lo que nos era imposible atravesar para llegar al otro. Al menos ya sabemos dónde está el cine.
Regresamos a la residencia, ya el frío no me afectaba tanto la cara. Aproveché para lavarme la cara con agua caliente y para que mi cuerpo retomara calor de la habitación, me comí 3 galletas marías y tome un poco de agua.
Llegué rápido a la escuela y compre un TWIX y una botellita de agua, en unas máquinas que hay cerca de mi salón. 1€ por el chocolate y 0.65€ por el agua. Entré a la clase de Digitales, el profesor al entrar, echó un vistazo disimulado a dónde estaba yo, tal vez esperaba ver nuevamente mi grabadora, pero esta vez la escondí bajo la mesa.
Terminó la clase después de 1 hora y 53 minutos, y un descanso intermedio de 8 minutos. Mis ojos se cerraban al final de la clase, me apoye varias veces en mi brazo izquierdo y cerré en más de una ocasión los ojos.
De vuelta a la residencia, caminé despacio, escuchando el CD de Clayman de In Flames, como que el frío de acá me hace sentir mejor la música de esa banda sueca. Me di tiempo para ver las copas de los árboles, no supe si era mi imaginación o qué, pero se me figuró que ya estaban floreciendo nuevamente, tal vez sea mi deseo por tener un poco más de Sol y calor.
En cuanto llegué fuimos a comer y después me dormí un rato, para respetar la tradición local de la siesta. Puse el despertador para las 4 de la tarde, pues mi laboratorio era a las 5, dormí así desparramado en la cama, sin cobijas ni quitarme los zapatos, estaba cansadísimo.
“Pipipip pipipip, pipipip pipipip” el despertador sonaba, abrí los ojos y alargue el brazo para apagarlo. Me levanté, me lavé los dientes y me puse a llenar la ficha que me había dado mi profesor de digitales para que llevara al laboratorio. Corte chueca mi fotografía, con unas tijeras que me prestó Carlos, y la pegué con tape a la ficha.
Listo para el laboratorio. Temprano, como acostumbro. Laboratorio L5 del edificio Oeste. 17:04, apareció un hombre joven de unos 33 años, abrió el laboratorio y entramos. Me senté en la estación de trabajo 2, el laboratorio no me sorprendió del todo, es parecido a los de UABC, a diferencia de que es un poco más grande y las computadoras tienen pantalla LCD.
Lo que me sorprendió fue la forma en la que vamos a trabajar, va a estar bastante pesado el semestre, tengo que hacer como proyecto final, un Radio Despertador y Reloj Radio-Controlado con Termómetro. Y vamos a usar un montón de herramientas con las que no estoy muy familiarizado que digamos, pero bueno, a ver que pasa, le voy a hechar ganas pero tampoco me voy a matar.
Cuando ya por fin regresé a la residencia, me puse a leer algunos correos, me dio gusto que amigos me escribieran, o al menos me respondieran, y mi madre cuenta que ya hay un nuevo perrito en casa, que debo de buscarle un nombre apropiado, como de una estrella o algo por el estilo, al parecer mi perro viejo sigue ahí, pobrecito, quisiera poder jugar con él. Me dijo también que están planeando en venir para acá ella y una tía y tal vez mis primos.
Estuve haciendo algunas investigaciones sobre lo de digitales y le envié un correo a mi tutor en Tijuana para que me aconsejara que hacer y eso. Ya de noche me puse con Carlos y Bea a ver una película que él había conseguido: “kiss kiss, bang bang”, completamente doblada al español y para colmo grabada del cine, pero me divertí mucho de todas maneras, es chistoso ver las traducciones al español de acá y Bea se ríe chistoso también, son muy amigables los dos, en su propia forma cada uno.
Y el final del día fue muy parecido a los anteriores, desvelado y bañado, con la variante hoy de que mi adaptador electrónico ya dejó de funcionar por completo, le empezó a salir humo, mientras estaba conectado a mi laptop, después deje que se enfriara y lo conecté a mi cargador de baterías, estaba trabajando bien, y de pronto como a los 10 minutos, escuche un tronido, el adaptador estaba muy caliente y al parecer se daño mi cargador de baterías, pues cuando lo probé con el adaptador de Toño ya no funcionaba. Ni modo, mañana será otro día…
Unknown 4:33 p.m.
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