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jueves, febrero 23, 2006
 

Día 9

Sonó la alarma, ni me di cuenta de la hora, como pude la apagué, sin levantarme, estaba muy a gusto, calientito, con los ojos cerrados aún. Después de dar unas cuantas vueltas en la cama, me levanté, me lavé la cara, me cambié, aún con algo de sueñito me dispuse a ir a desayunar. Abrí la puerta de la residencia y ¡voila!, le dije a Toño: “¡wacha esa madre!”, ¡Nieve!, ¡Nieve!, copitos de nieve caían delicadamente sobre los techos de la residencia, sobre la cancha de tenis, sobre los árboles, sobre todo, salí un poco y dejé que cayera sobre mi cara, abrí la boca volteando hacia arriba, me sentí como un niño, como aquella vez de muchísimo frío en Tijuana, cuando yo tenía unos 4 o 5 años, que granizo caía y que salí de casa con una tasita y también volteando al cielo para probar las bolitas de hielo que bajan rápidamente.

Cuando sentí frío en la cara, desperté y lo primero que vino a mi mente fue: “¡la cámara!”, me regresé corriendo al cuarto, no podía abrir, la llave temblaba en mi mano, finalmente se abrió la puerta y tomé la cámara. Salí y tomé algunas fotos, sin enfocar, porque seguía con mi cara hacia el cielo, caminando hacia el comedor, pues debía de desayunar rápido, ya me había atrasado un poco. Íbamos caminando muy felices, mirando como la nieve cubría todo, no era como una tormenta de nieve, todo era muy delicado, eran pequeñas hojuelitas, a veces me tapaban un ojo, pero no me las quitaba, dejaba que escurrieran, abrí las manos y deje que cayeran unas cuantas en ellas, pisaba cada que podía un montoncito de nieve acumulada al lado del camino.

Entramos al comedor, el mismo desayuno de días anteriores, aunque esta vez sin jugo de naranja y el napolitano de chocolate no tenía chispitas arriba, pero no nos importó, al menos a mí no, solo quería terminar para regresar afuera, no había mucho aire, así que no sufrí tanto de frío, los copos seguían cayendo.

Ya en la residencia me lavé los dientes, tomé mi mochila y me encaminé a la escuela. Las 8:00 en punto, tenía que apresurarme para no llegar demasiado tarde, comencé a caminar rápido [caminé 1 kilómetro en la nieve para llegar a la escuela], y de vez en cuando corría un poco, daba un salto, gritaba [no muy fuerte] y sonreía, me encantaba sentir la nieve en la cara, me detuve un momento y tome nieve con la mano del suelo, una bolita y la estrellé contra la copa de un árbol, y cayó más nieve de éste. Volteé a mi alrededor, todo estaba cubierto de nieve, un campo que está frente a la escuela, tapizadito de blanco, los techos de los edificios, los carros estacionado en la acera, mi chamarra, mi cabello, las personas que caminaban por la calle, fue grandioso.

Llegué a la escuela, con ganas de no llegar, pues sabía que unos minutos ahí y la calefacción del edificio se robaría la nieve de mi ropa. Una vez adentro, recordé que iba tarde, subí de 2 en 2 los escalones a paso veloz, me tocaba laboratorio de control. Cuando estuve en el pasillo donde está la entrada al laboratorio, vi a varios estudiantes esperando, afortunadamente el profesor aún no llegaba.

Me acerqué a la ventana que mira hacia la calle, la nieve seguía flotando en el aire, le pregunte a un compañero: “¿Aquí nieva seguido?”, me contesto: “No” y otro más que estaba ahí con unos audífonos, me dijo: “Es raro que nieve”. Uuff, mejor no me hubieran dicho, porque más feliz me sentí, me había tocado la suerte, pensé: “hoy será un buen día”.

Me senté frente a la ventana, tratando de contar copos antes de que cayeran, o de seguir algunos hasta que se estrellaran contra algo. Después de un rato volteé y ya no había nadie, ya se habían metido al laboratorio, obvio, eso sucede por traer audífonos con volumen alto, justo cuando me di cuenta de que habían entrado estaba escuchando la canción Lua de Bright Eyes, perfecta para el frillito.

Acababan de entrar, así que no hubo problema, me senté donde pude, el profesor es un tipo joven [para variar], como de 31 años, y comenzó a explicar en que iba a consistir el laboratorio, que herramientas íbamos a usar, etc. Comenzó a dar una introducción a Matlab [un programa que usamos para hacer análisis matemático y cosas por el estilo] y ahí me perdí, como ya he manejado eso, me puse a ver la ventana, me enlele con la nieve otra vez.

De vez en cuando mi mente regresaba a la clase, pero la mayor parte de ésta me la pase jugando con la nieve. Terminó la clase, dejó una tarea y salimos, ya se veía que la nieve comenzaba a debilitarse.

Siguiente clase Digitales II, seguida de la clase de Control. Me puse a hablar con un tío llamado Samuel, que me dijo que yo estaba loco por tomar esas 2 asignaturas, que eran las más difíciles de la carrera, y que él no conocía a alguien que hubiera pasado Digitales II en la primera convocatoria [acá tienes 4 oportunidades para pasar una materia y puedes pedir una 5ta si ya tienes más del 80% de los créditos de la carrera].

Acabando las clases nos fuimos al centro de Alcalá para pagar la renta, de paso quería cambiar algunos cheques que traía. Llegamos al banco, unas firmas por aquí, efectivo por acá y ya listo, dinero en cartera y renta pagada. Salimos y fuimos a buscar pases para el autobús, porque así nos sale más barato, los compramos en una tabaquería, 5.25€ por 10 viajes.

Nos quedaba tiempo y de pronto como que nos dieron ganas de tomar fotos. Y manos a la obra, nos pusimos a tomar fotos por todos lados, ahí en el centro, en la Plaza de Cervantes, fuimos a la rectoría de la Universidad, en fin, anduvimos por todos lados ahí cerca tome y tome fotos.

Regresamos para comer, extraño el limón. Después me puse un rato en la laptop a ver unas cosas de una tarea que tengo. En la noche me puse a jugar Play Station 2 con Carlos, en un juego que tienen de fútbol, es de Bea, creo, segunda vez que jugaba, la otra vez Bea me enseño a jugar y ahora que estuve contra Carlos la verdad si le di batalla, y como que no lo podía creer, estuvieron bastante parejos los juegos, unos gané yo, otros él.

Al final mi horario de escuela quedó bien, y no tendré que ir a clases ni los miércoles ni los viernes, eso está cool, pero si tengo que echarle ganas a las tareas y eso, pues si están pesadas, ahora me voy a desvelar viendo episodios de Married With Children, Seinfeld y Family Guy por Internet, tengo ganas de reírme más, al fin y al cabo mañana descansó de la escuela.

Unknown 2:51 p.m.




El Funeral De Los Caracoles



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