martes, abril 11, 2006
Día 53 [8 de abril 2006]
12 horas dormido, desperté y me fui a comer. Luego el baño. Habíamos quedado de ir al cine con la hija de la profesora de pintura de Toño y sus amigas, o sea, Ana [que creo que su nombre completo es Anabel], Sarah [la otra que andaba con nosotros cuando fuimos al Museo del Prado] y Marga [una que yo aún no conocía {Marga de Margarita}].
La cita era a las 17:00 en el centro comercial La Dehesa, de pronto Toño estaba presionando para que me apurara, si hay algo que me molesta es que me estén apurando, o sea, ya sé cuando es tarde, no necesito que todavía estén detrás de mí chingue y chingue, pero bueno, no dije nada, solo protesté sin acelerar el paso.
La residencia quedará casi vacía, todos los españoles se van a sus hogares a pasar semana santa, y los brasileños se tienen que ir para el miércoles, porque se salieron de su clase de español y no pueden vivir en las residencias si no tienen vínculos con la Universidad de Alcalá.
Llegamos al centro comercial 10 minutos antes de la hora, me senté con las piernas estiradas en un como escaloncito ancho. De las chicas ni sus luces como hasta 15 minutos después de las 17:00 – por eso me gusta tomarme mi tiempo. Querían ver “V for Vendetta”, pero la función era hasta las 19:45, así que decidimos pasar el tiempo en las maquinitas que están frente al cine.
Son bastante caras, todas cuestan 1€. Donde más pasamos jugando fue en el billar. Por increíble que suene, yo tenía sueño aún, me estaba divirtiendo, pero tenía ganas de una siestecita.
Ellas no sabían jugar mucho, eran las 3 contra nosotros 2, tiraban 2 veces ellas y nosotros 1. Al final casi nos ganan, así que mejor Toño declaró un empate con la excusa de que ya debíamos entrar al cine.
V for Vendetta es una de esas películas de héroes obscuros, de héroes enojados, al estilo Batman o The Punisher. Estelarizada por Natalie Portman, que sigue siendo bonita, aunque solo me ha impresionado mucho en la de Star Wars Episode II: Attack Of The Clones [una película que me aburrió y en la que solo puse atención cuando ella aparecía en escena], y por Hugo Weaving, conocido por todos como el agente Smith en la saga de The Matriz, a quien en V for Vendetta jamás le vemos la cara y con el doblaje al castellano terminan matando en sí la identidad del actor.
Entretenida en ocasiones, con algunos cuadros de buenos colores, sobre todo de contrastes, si les disfrutan películas de superhéroes, entonces les va a agradar esta, aunque en lo personal no me gusta que los superhéroes hablen tanto y menos de manera tan teatral como lo hace V.
Salimos como a las 20:00, un poco antes, ya hacia hambre, a pesar de que yo solito me trague unas palomitas grandes y un jugo [¿zumo?, aún no me queda clara la diferencia] de limón.
Los autobuses que salen desde el centro comercial La Dehesa son los de la línea 5, y generalmente salen llenos, de hecho tuvimos que esperar a que viniera un segundo bus, porque ya no cabíamos [bueno, según las leyes de aquí no cabíamos, si hubiéramos estado en Tijuana la historia hubiera sido diferente]
Nos tocó ir parados, íbamos hablando de cosas sencillas, tijereando a la gente, etc., etc. [todo ese tipo de cosas que se hacen en los autobuses cuando se va con amigos]. Dato curioso, que salio de entre una de las conversaciones ahí, los Convers [recientes, pero de esos así del estilo antiguo, de telita, los que todo mundo hemos usado] aquí cuestan la módica cantidad de 60€, [algo así como 75 dólares, por par].
Fuimos a buscar un lugar donde comer, pero primero una parada de emergencia en el McDonald’s, querían entrar al baño. Caminamos un poco por la calle mayor, hasta que dimos con un letrero que ofrecía el menú del día por 15 y tantos euros.
Había mesas de metal en la calle, frente al restaurante, juntamos 2 mesas y nos sentamos alrededor. Ya empezaba a hacer frío, pedimos bebidas y después el menú del día. Aquí los menús del día son bastante flexibles, nos dieron 5 opciones para escoger como primer plato y otras 5 opciones para segundo, al igual que con el postre.
De primer plato para mí, fueron unos langostinos asados, de segundo salmón, que estaba muy bien cocinado [¿o cocido?], muy suavecito, casi casi se deshacía en el paladar. De postre pedí una tarta de chocolate, esperando algo remotamente parecido a la muerte por chocolate de la vez que gastamos muchísimo en la cena, pero no, sabía como a esos chocolates rellenos de fresa, que no me gustan, lo deje a medias.
Acompañamos a las chicas a sus respectivas casas, porque somos bien caballerosos. Viven hasta el barrio del Val., por donde está la casa de la juventud y el centro deportivo, como a 25 minutos andando de la Plaza de Cervantes. Primero fuimos a la casa de Marga, que está en un edificio al lado de la oficina de correos, después a la casa de Ana, por ahí por los alrededores y finalmente a la casa de Sarah, como a 2 cuadras de la casa de Ana.
Fue una velada muy agradable. Regresamos con frío a las residencias, tuvimos que caminar como unos 20 minutos más, pero las calles ya casi están grabadas en nuestras memorias.
A las 2:20 ya estaba hecho bolita, debajo de las sabanas.
Unknown 5:19 p.m.
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