martes, abril 25, 2006
Día 70
Me desperté temprano, para seguir estudiando, el examen sería a las 13:00, y yo tenía clase a las 12:00. Agradezco mucho que la gente crea en mí y en mis capacidades, pero a veces, en situaciones como esta, no quisiera que me dijeran: “Yo sé que tú puedes”, quisiera que me dijeran mejor: “Si trataste y no pudiste, ni modo, no pasa nada, todo estará bien”.
En ocasiones de presión como esta, trato de recordar mis días de terapia, no sé si Lourdes [mi última terapeuta], sepa lo mucho que recuerdo las sesiones, y el curso de verano en el que le ayudé con clasecitas para niños. Recuerdo que me dijo en una ocasión: “Tú necesitas reprobar”, me acuerdo que en ese momento mi reacción fue como “¿Pero qué estás diciendo?”, pero después, sobre todo después de trabajar con los niños, ya no me resultaba tan perturbadora la idea, es decir, no es como que vaya a reprobar por gusto o por no hacer la lucha, pero la vida no puede ser perfecta y cuando las cosas fallan, solo queda reír y volver a intentarlo [eso lo aprendí de los niños].
Llegó la hora del examen, dejé el nerviosismo en la residencia, y traté de afrontarlo lo mejor posible [no, no será un cuento del caballero valiente que venció al dragón porque creía en sí mismo]. En cuanto tuve el examen en mis manos y lo analicé, confirmé lo que algunos compañeros de clase me habían comentando, no era nada fácil. Lo leí todo, un examen de 1 hora de duración, y supe que no lo aprobaría, y así quedó, hice lo que pude, pero la verdad es que eran demasiadas cosas para mí, 20 puntos, de los cuales contesté menos de 10, así de dramático.
La verdad es que salí cabizbajo, a pesar de todo esto de aceptar los golpes y seguir, pues lo cierto es que duelen, y pase la tarde sobándome. Y me puse a hacer algo más del proyecto final. Llevé la ropa a lavar y comí cereal. Con este examen se me acaban de escapar 2 puntos de la calificación del laboratorio. Pero bueno, a seguir.
Ya a las 17:00 estaba de vuelta en la escuela, en el laboratorio de digitales, y la verdad es que ahí en el laboratorio no me siento mal, de hecho me gusta estar trabajando, programando, aprendiendo y no veo imposible pasarlo, a pesar de lo del examen, creo que voy por buen camino con el proyecto, aunque un poco corto de tiempo, ya haciendo cuentas solo queda un mes, y pues a ver que pasa…
Por la noche, partido de cené bien y vi el partido de chútale del día: “Arsenal Vs. Villa Real”, la verdad es que hacía mucho, pero mucho tiempo, que un partido de cualquier deporte me emocionara tanto como el de hoy, era el partido de vuelta, el Arsenal había ganado en Londres 1 – 0, y ahora solo necesitaban empatar para pasar a la final de la Champions League. En realidad, en este partido, el Villa Real fue superior al Arsenal, pero no pudieron anotar, yo sufría cada que se acercaban peligrosamente a la portería protegida por Jens Lehman, que a los 80 y tantos minutos de partido tapo un penal. Marcador final 0 – 0, el Arsenal está en la final, donde seguramente se enfrentara al Barcelona que juega mañana contra el Milán.
Para finalizar el día, me puse a hacer algunas copias de archivos que no uso muy seguido, o sea, para liberar espacio del disco duro de mi laptopcita para vaciarle más musiquita.
Unknown 7:08 p.m.
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