sábado, abril 15, 2006
No se me ha olvidado tu rostro, ni tus gestos, ni tu piel. No se me ha olvidado lo que paso, ni lo que nunca sucedió. No se me ha olvidado lo que sentí, ni lo que dije. No he olvidado todo eso, porque a veces, en días como éste, Tengo unas ganas tremendas de sentirme triste.
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